CIENCIA
SALUD

Los efectos de los microplásticos en el cuerpo humano: aumento de peso, problemas metabólicos y de fertilidad

Si bien continúa siendo investigado el efecto de los microplásticos sobre el cuerpo, los especialistas los señalan como “disruptores endocrinos”.

Microplásticos
Microplásticos | Cedoc Perfil

A medida que los científicos continúan descubriendo la presencia generalizada de microplásticos en el ambiente, se volvió evidente que la dependencia humana del plástico no es sólo un desafío ambiental, sino una preocupación apremiante de salud pública. Si bien continúa siendo investigado el efecto de los microplásticos sobre el cuerpo, los especialistas los señalan como “disruptores endocrinos”, por lo que podrían estar causando aumento de peso, problemas metabólicos y de fertilidad.

Al imitar hormonas como el estrógeno y el cortisol, los microplásticos pueden contribuir al aumento de peso, problemas metabólicos, fertilidad y otros problemas de salud graves”, señaló una publicación de la revista Forbes.

La dificultad principal radica en que los microplásticos están en el ambiente y en los productos que utilizamos a diario. De hecho, cada litro de agua embotellada contiene al menos 240.000 partículas de microplásticos. También se desprenden de la utilización de tablas de cortar, utensilios de teflón, tejidos y productos de belleza.

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite
Microplásticos 20240520
Los microplásticos son pequeñas partículas que varían entre 1 micrómetro y 5 milímetros

Un estudio reciente de los Institutos Nacionales de Salud reveló que los microplásticos se están acumulando en todos los órganos del cuerpo humano, incluyendo el cerebro. Se encontraron pequeños fragmentos plásticos en los pulmones, el hígado, los riñones, los órganos reproductores, las articulaciones, vasos sanguíneos y médula ósea. "Hay mucho más plástico en nuestro cerebro del que jamás hubiera imaginado o aceptado", expresó al respecto Matthew Campen, toxicólogo y profesor de la Universidad de Nuevo México. “Es bastante alarmante", advirtió.

Los microplásticos son pequeñas partículas de plástico, que varían entre 1 micrómetro y 5 milímetros. Provienen de una amplia gama de fuentes, desde piezas de plástico más grandes que se han roto o bolitas de resina, utilizadas en la fabricación de plástico para productos de belleza, usuales hasta aproximadamente el año 2020.

Hay evidencia de microplásticos infiltrados en restos arqueológicos

Investigadores británicos han descubierto por primera vez evidencia de contaminación por microplásticos en muestras arqueológicas de suelo. El equipo encontró diminutas partículas de microplástico en depósitos situados a más de 7 metros de profundidad, en muestras que datan del siglo I o principios del II y excavadas a finales de los años 1980.

La preservación de la arqueología in situ ha sido el enfoque preferido para gestionar sitios históricos durante una generación. Sin embargo, el equipo de investigación dice que los hallazgos podrían provocar un replanteamiento, ya que las pequeñas partículas podrían comprometer los restos conservados.

El profesor John Schofield, del Departamento de Arqueología de la Universidad de York, dijo en un comunicado: "Esto parece un momento importante, que confirma lo que deberíamos haber esperado: que lo que antes se pensaba que eran depósitos arqueológicos prístinos, maduros para la investigación, en realidad están contaminados con plásticos".

Científicos descubrieron la presencia de microplásticos en testículos de humanos: podría estar afectando a la reproducción

"Estamos familiarizados con los plásticos en los océanos y en los ríos. Pero aquí vemos que nuestro patrimonio histórico incorpora elementos tóxicos. En qué medida esta contaminación compromete el valor probatorio de estos depósitos y su importancia es lo que intentaremos descubrir”, ahondó.

David Jennings, director ejecutivo de York Archaeology, añadió: "Pensamos que los microplásticos son un fenómeno muy moderno, ya que sólo hemos oído hablar de ellos durante los últimos 20 años, cuando el profesor Richard Thompson reveló en 2004 que prevalecían en nuestros mares desde la década de 1960 con el auge de la producción de plástico en la posguerra".

"Este nuevo estudio muestra que las partículas se han infiltrado en depósitos arqueológicos y, al igual que los océanos, es probable que esto haya estado sucediendo durante un período similar, con partículas encontradas en muestras de suelo tomadas y archivadas en 1988 en Wellington Row en York", sumó. El estudio identificó 16 tipos diferentes de polímeros microplásticos en muestras contemporáneas, como archivadas.

Según un estudio, las esponjas de melamina liberan billones de microplásticos cada mes

"Donde esto se convierte en una preocupación para la arqueología es cómo los microplásticos pueden comprometer el valor científico de los depósitos arqueológicos. Nuestros restos mejor conservados, por ejemplo, los hallazgos vikingos en Coppergate, estuvieron en un ambiente anaeróbico constante anegado durante más de 1.000 años, lo que preservó los materiales increíblemente bien”, remarcó David Jennings.

"La presencia de microplásticos puede cambiar y cambiará la química del suelo, introduciendo potencialmente elementos que provocarán la descomposición de los restos orgánicos. Si ese es el caso, la preservación arqueológica in situ puede que ya no sea apropiada", concluyó. El estudio, publicado en la revista Science of the Total Environment, fue realizado por las universidades de York y Hull, con el apoyo de la organización benéfica educativa York Archaeology.

 

ML