La sonrisa al natural ya fue. Ahora es moda la dentadura “decorada” entre las famosas de Hollywood. Los últimos accesorios dentales incluyen joyas, fundas doradas, objetos en metal y hasta letras de brillantes. Se agrupan bajo el nombre de “grills” dentales y suelen ser piezas metálicas que se incrustan entre los dientes. Las cantantes Madonna, Katy Perry, Rihanna, Beyoncé y Miley Cyrus son algunas de las estrellas que adoptaron la tendencia.
El problema de esta moda impactante es que daña. “Dista mucho del concepto de cuidado dental. Estos productos están alterando la morfología dentaria”, advirtió Ana Blanco, odontóloga y miembro del Círculo Argentino de Odontología. La experta describió a los grills como “estructuras agresivas para los dientes, las encías y el tejido de soporte, ya que impiden el correcto cepillado, acción básica para el cuidado de los dientes, además de atrapar placa bacteriana que es causal de caries”. Además, los tejidos blandos o mucosas bucales también se ven expuestas al daño por el roce de estos accesorios metálicos, que pueden producir lesiones como úlceras o estomatitis (inflamación).
En general, la mayoría de los adornos bucales se quita sin problemas. “Lo más grave es lo definitivo porque daña la mordida, aparte de que debe de ser muy molesto”, explicó Marcelo Carta, odontólogo especialista en implantes y miembro de la Academia Internacional de Implantología y Periodoncia. Desconocer de qué material están hechos los accesorios también implica un riesgo. Según la Asociación Dental Americana, aquellos que no están compuestos de metales preciosos pueden provocar irritaciones en la boca y alergias.
Riesgo. Esta no es la primera ni será, probablemente, la última moda dental peligrosa. Carta mencionó otras tendencias riesgosas: las lenguas bífidas. Los jóvenes se cortan la lengua por el medio, como los reptiles, lo cual les provocaba problemas fonéticos e infecciones. Los piercings linguales tampoco son inocuos: “Empujan los dientes como la ortodoncia y hasta pueden romperlos por el roce constante”, advirtió el experto. “Todas las modas que alteran la morfología o la función de algún componente de la cavidad bucal, traen consecuencias no deseadas. Nuestra boca no está preparada para recibir agresiones”, aclaró Blanco.
Otra de las tendencias actuales es blanquearse la dentadura mediante tratamientos químicos que son potencialmente dañinos. Carta afirmó que la demanda es muy alta, sobre todo por parte de las mujeres jóvenes. El especialista hizo un testeo entre 600 de sus pacientes y comprobó que el blanqueamiento daba escasos resultados a largo plazo y que degradaba y sensibilizaba el esmalte dental. “El producto, peróxido de hidrógeno, es muy agresivo y el blanqueo dura a lo sumo un año, así que hay que repetirlo. Con cada aplicación, el esmalte se perjudica cada vez más y los poros van tiñendo de amarillo a los dientes, así que se forma un círculo vicioso”, describió.
De acuerdo con un documento elaborado en 2007 por la división de salud y protección del consumidor de la Comisión Europea, el peróxido de hidrógeno “puede estimular ligeramente el crecimiento o la multiplicación de las células cancerosas”. El informe advirtió acerca de este efecto, sobre todo en personas fumadoras, candidatas a tratamientos blanqueadores, en quienes el riesgo de cáncer se ve aumentado. “Debemos educar a los jóvenes y no tan jóvenes que gustan de estas modas a respetar su boca y su cuerpo, ya que puede pagar muy caro el seguir estas corrientes”, concluyó Blanco.