Martín Sabbatella participó de una conferencia de prensa organizada por estudiantes del Posgrado de Periodismo de Investigación que organiza la Universidad del Sur de Buenos Aires (USBA) y la Universidad del Salvador (USAL) en la que se refirió a la denuncia contra Alberto Fernández realizada su ex pareja Fabiola Yañez: “De ser así, la violencia de género se agrava por su rol de ex presidente, se le agrega un plus de gravedad de lo que significa que sea un ex mandatario de ese nivel”, aseguró.
El exdirector de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA) también se refirió las dudas que le generan la elección en Venezuela y el pedido de transparencia realizado por Cristina Kirchner. “Es importante por la democracia y por el legado de Hugo Chávez que haya claridad sobre el resultado electoral y que no haya ninguna duda. Lo que ha planteado Cristina es una coherencia con una línea de conducta en términos de valor para la democracia, del Estado de Derecho y esto lo comparto totalmente.a”, sostuvo en el Ciclo de Entrevistas a cargo de Rodrigo Lloret, director de Perfil Educación y vicerrector de USBA.
—¿Qué opina acerca de la supuesta violencia de género de Alberto Fernandez hacia su ex pareja Fabiola Yánez?
—Conozco lo que se informó periodísticamente, y obviamente de ser así, es gravísimo. Nuestra fuerza política, particularmente las políticas de género, es uno de nuestros rasgos constitutivos. Además lo hemos marcado desde siempre, cuando nos tocó y toca gestionar. Me preocupa cualquier caso, este lo agrava por su lugar, por su rol de ex presidente de la nación. De ser así, la violencia de género se agrava por su rol de ex presidente, se le agrega un plus de gravedad de lo que significa que sea un ex mandatario de ese nivel.
—Hay varios casos de violencia de género que golpearon al espacio político al que usted pertenece: Alperovich, Espinoza, etc. ¿Se conversa sobre esto hacia adentro de las agrupaciones?
—No hay ninguna duda de que el machismo, violencia de género y la sociedad patriarcal no pertenece a ningún sector social o político, es transversal. Hay que enfrentarlo entendiéndolo de esa manera, y es repudiable cualquier situación. Nosotros nos hemos manifestado como fuerza política en contra y en todos los casos, sean cuales sean.
—¿Cabe la posibilidad de complicidad dentro de Unión por la Patria?
—No. Es cierto que en todos los casos estos temas surgen a partir de la denuncia de las víctimas. Y a veces por distintos motivos las víctimas no denuncian y deben pasar distintos eventos para que los casos avancen. Me parece que lo importante siempre es acompañar a la víctima y creerle.No puede haber excusas ni dobles varas, sean quienes sean o pertenezcan donde pertenezcan, para todos debe ser exactamente igual. Debe ser defendida y protegida como a cualquiera. Nosotros hemos actuado así, en absolutamente todos los casos.
—Respecto a la situación en Venezuela Cristina Fernández manifestó: "Les pido por el legado de Hugo Chávez que se publiquen las actas". ¿Qué lectura hace de ese posicionamiento adoptado, y cuál es el suyo?
—Comparto plenamente la opinión de Cristina. Es importante por la democracia y por el legado de Hugo Chávez que haya claridad sobre el resultado electoral y que no haya ninguna duda. Lo que ha planteado Cristina es una coherencia con una línea de conducta en términos de valor para la democracia, del Estado de Derecho y esto lo comparto totalmente. Hay una oposición en Latinoamérica y en varios países, y hay una derecha que tiene una tradición de no aceptar los resultados electorales cuando ganan los movimientos populares, y hay una tradición golpista también de la derecha. Para desarticular cualquier tipo de estrategia de esa derecha antidemocrática que existe en Latinoamérica, me parece que es muy importante que haya claridad sobre los resultados electorales, sea cual sea el mismo.
—Desde el chavismo consideraron que Cristina traicionó el legado de Néstor Kirchner y de Juan Domingo Perón. ¿Usted qué opina?
—No comparto esa opinión desde el lado del chavismo. Cristina es la líder con mayor coherencia en términos de ese legado, y por supuesto también del compromiso con los proyectos nacionales, populares, democráticos. Que haya algún dirigente en nuestro país o alguien que haya traicionado legados y que no haya sido coherente con un núcleo de ideas, principios y valores, hay montones de distintas fuerzas políticas, distintas ideologías y distintos sectores. Básicamente, si estamos hablando de Cristina, es todo lo contrario, es la dirigente con mayor coherencia y compromiso con un núcleo de ideas, principios y valores que sostiene desde su inicio como militante hasta ahora.
—Estela De Carlotto dijo que Maduro tiene rasgos de dictador. ¿Comparte esa definición?
—Cristina no usó esos términos, no calificó al gobierno de Nicolás Maduro, y lo que hizo fue pedir que haya claridad sobre los resultados electorales. En realidad, no puede haber ningún tipo de duda sobre el resultado electoral. Más allá de las simpatías o las antipatías que puedas tener, si crees en la democracia como espacio límite de la política, tiene que haber absoluta claridad en eso, más allá de la simpatía o la antipatía. Cristina dijo que tiene que haber claridad y que no haya ninguna sobre el resultado electoral, sea cual sea el resultado y eso no implica una calificación del gobierno bajo ningún punto de vista.
—¿La definición de Carlotto fue apresurada?
—Yo creo que no es bueno, no comparto caracterizar al gobierno. Si creo que es importante exigir las actas para tener claridad absoluta acerca del resultado electoral, ahí no puede haber ninguna duda. Puede ser la opinión de Estela, que valoro y respeto. Es una persona con autoridad, legitimidad y reconocimiento para opinar lo que prefiera. Yo prefiero no calificar hoy al gobierno, sino pedir claridad.
—¿Por qué a algunos sectores de la izquierda les es difícil mencionar a Maduro en términos de dictadura?
—Necesitamos saber cuál es el resultado electoral y tiene que haber claridad en ese resultado. Lo que pidió Cristina de leerse las actas, es lo mismo que pidió López Obrador, Lula y también Petro. Uno puede tener más empatía en términos ideológicos en un sector, pero eso no significa que no tengas la misma vara para medir entre los procesos electorales y la garantía de transparencia de los procesos electorales. Esto no califica a un gobierno, y si un proceso no cumple con eso, sería otra discusión. Nosotros no dudamos un segundo en decir que Macri ganó las elecciones en 2015, y creo que Scioli las reconoció antes que quizás Macri mismo. No dudamos un minuto en decir "Milei ganó", y me parece horroroso el gobierno de Milei. Me parece que es una persona que cree lo que dice. Más allá de que yo pienso todo lo contrario, y que no está probado en ningún lugar del mundo lo que él plantea. Sinceramente, creo que una sociedad sin Estado no funciona en ningún lado. Me resulta difícil creer que crea que las obras públicas que hace el estado las harán los privados. Yo vivo en Morón, acá tenés paralizado un centro universitario, un puente sobre las vías del ferrocarril, una escuela primaria y una secundaria, calles, rutas, una obra en una reserva natural, obras de cloaca. Me da la sensación y me resulta difícil que él crea que eso lo resuelva el mercado o la actividad privada y que no es necesario el Estado.
—Milei se erige como un representante de la derecha, ¿cuál sería su contraparte de izquierda?
—Las categorías eurocéntricas son difíciles de adaptar a los procesos políticos latinoamericanos. Me parece que está claro que este es un proyecto de derecha, un proyecto que representa los intereses de la elite, los grupos concentrados de Argentina y también internacionales, ya que representa los intereses de la minorías. Lo opuesto a eso es un proyecto nacional, popular y democrático. Es decir, lo que represente los intereses de las grandes mayorías a través de la inclusión, el Estado como garante del crecimiento democrático. A lo largo de la historia ha tenido varios nombres, en términos actuales y prácticos, quien representa la oposición del gobierno nacional es la Coalición Unión por la Patria, indiscutiblemente.
—Usted manifestó que el Riachuelo tiene una nueva historia y ya no es lo que era antes. ¿Cómo ve esto, siendo ex titular de la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (Acumar)?
—Eso fue en el marco de una entrevista que me consultaron sobre la navegabilidad que fue noticia hace unos días, y en realidad es una noticia de noviembre del año pasado; es en un tramo del riachuelo que ahora es navegable. Se creó ACUMAR hace 18 años por decisión de Néstor Kirchner, después por el fallo Mendoza que tiene que ver con un fallo de la Corte que obliga al Estado Nacional y al Estado Provincial, y al Estado de la Ciudad de Buenos Aires. ACUMAR pasa a ser el organismo de ejecución de ese fallo, por lo tanto, tiene que cubrir una cantidad de demandas judiciales. El plan de saneamiento ambiental puesto en marcha es el que logra que un tramo sea navegable, y en ese marco fue lo que contesté acerca de la situación de la Cuenca Matanza Riachuelo. Ha cambiado mucho con el trabajo intenso de estos 18 años, hubo un momento en el gobierno del macrismo que se hizo más lento y hubo algunas obras que se paralizaron, pero después pudimos retomar y se ha avanzado bastante. Todo eso fue fruto de un abordaje integral disciplinario, el saneamiento de la Cuenca y de los arroyos necesita un abordaje integral porque la contaminación tiene que ver con efluentes cloacales, industriales, con residuos sólidos urbanos, y por lo tanto hay varios temas a la vez que se cruzan en ese abordaje infinito, interdisciplinario.
—Agradecemos su participación en este Ciclo de Entrevistas de USBA y le damos la posibilidad de cerrar con un comentario final.
—Les agradezco la invitación y me parece muy importante que puedan formarse en el periodismo, una profesión tan valiosa para la democracia.
Alejandro Castriota, Junior Sosa y Silvia Noviasky
Estudiantes del Posgrado en Periodismo de investigación
Universidad del Sur de Buenos Aires