Margarita Barrientos participó de una conferencia de prensa organizada por estudiantes de Comunicación de la Universidad del Sur de Buenos Aires (USBA) en la que reflexionó sobre el aumento de las personas que asisten a los comedores populares. “Es el momento que más gente recibimos. Me ha tocado vivir momentos difíciles, pero ninguno de esta gravedad. Viví muchos gobiernos, pero éste es el momento más difícil. Mucha gente sin trabajo que ahora no nos puede donar nada y cada vez más persona para que le demos de comer”, sostuvo.
La fundadora del comedor social Los Piletones también se refirió a la situación crítica que vivió bajo la gestión de Unión por la Patria (UP). “Con Alberto Fernández he sentido mucha discriminación por parte de sus ministros y del Ministerio de Desarrollo Social. Nosotros presentábamos carpetas con pedidos que les hacíamos con nuestras necesidades y nos la devolvían inmediatamente la carpeta y nos decían: 'Que te ayude Macri'. Esa fue la parte más difícil que a nosotros nos tocó vivir, porque cuando nos entregaron por primera vez los alimentos, nos los entregaron en muy mal estado”, dijo Barrientos en el Ciclo de Entrevistas a cargo de Rodrigo Lloret, director de Perfil Educación y vicerrector de USBA.
—Hace muchos años que usted trabaja en la ayuda social, ¿qué fue lo que la motivó a iniciar este camino?
—Cuando nosotros comenzamos el comedor en el año 1996, era un momento muy difícil. Mucha gente, mis vecinos que estaban alrededor mío, trabajábamos en el cirujeo. Todos salíamos con un carro, ya sea a mano o tirado por caballo. Lo que me parecía mal era que los vecinos llevaban los chiquitos a pedir. Eso me ponía muy mal. No podía ser que los chicos tomen frío o calor, andando en la calle, a veces a altas horas de la noche. Empecé a hacer un desayuno y reunirlos a todos los chicos de mi vecindad para que no vayan a la calle. Empezamos con 15 niños y un abuelo. Hoy son más de 3.000 personas que comen. Todos los días vienen a desayunar, almorzar, merendar y cenar.
—En los últimos meses se observa un aumento de la pobreza. ¿Cómo afectó el cambio de gobierno en la ayuda social?
—Cada cuatro años que cambiamos de gobierno es un nuevo empezar. Nos afecta mucho porque cada gobierno no piensa lo mismo o tal vez no tiene esa sensibilidad para seguir trabajando por el prójimo. Cuando llegan al puesto, se olvidan de todas las promesas que hacen para llegar. La gente sigue necesitando, sigue con mucha necesidad. Tenemos muchos chicos con problemas de desnutrición. No solamente tengo el comedor, que ocupa varias necesidades, tenemos dos jardines, una casa de mujeres, una casa de abuelos, hay panadería donde se reparte el pan dos veces en el día, un kilo y medio por familia que lo hacemos nosotros mismos. Hay talleres, hay un centro de salud y una farmacia comunitaria. Algunos gobiernos no tienen la misma sensibilidad que otros. Algunas promesas del Gobierno llegan y otras no. Nosotros igual seguimos trabajando porque sabemos la necesidad de la gente. Nadie nos cuenta, nosotros la vivimos diariamente. Como siempre digo yo, a la necesidad nosotros la tocamos, la sentimos en carne propia.
—¿Qué puede decir sobre la sensibilidad del presidente Javier Milei?
—Vivimos momentos muy fuertes y muy duros. Cuando la gente se acerca, llora por necesidad, o te dicen no puedo comprar el medicamento, no puedo tener una silla de ruedas para su hijo, una mesa, o un colchón. Esas cosas nosotros lo vivimos a diario. Este Gobierno tiene muchas cosas que cambiaron. En Desarrollo Social uno pide las cosas y te las dan, no me pasó lo mismo en el gobierno de Alberto Fernández. Porque yo creo que más de uno sabe el trabajo forzoso que nosotros hacemos día a día. Gracias a Dios, tengo mucha gente que está a mi alrededor que nos ayuda para que las cosas que nos donan lleguen a destino.
—¿Cómo fue la relación con el gobierno de Alberto Fernández?
—Con Alberto Fernández he sentido mucha discriminación por parte de sus ministros y del Ministerio de Desarrollo Social. Nosotros presentábamos carpetas con pedidos que les hacíamos con nuestras necesidades y nos la devolvían inmediatamente la carpeta y nos decían: "Que te ayude Macri". Esa fue la parte más difícil que a nosotros nos tocó vivir, porque cuando nos entregaron por primera vez los alimentos, nos los entregaron en muy mal estado.
—¿Tuvo ayuda por parte del PRO o, en particular, de Mauricio Macri?
—Sí.Nosotros tuvimos ayuda de Mauricio Macri cuando era Jefe de Gobierno que donaba el sueldo y después cuando fue presidente nos donaba la mitad y la mitad a otro comedor. Ahora, sigue donando la mitad de la jubilación.
—Hace casi tres décadas que está al frente de un comedor social. ¿Estamos ante el momento más difícil que le ha tocado vivir?
—Sí, es el momento que más gente recibimos. Me ha tocado vivir momentos difíciles, pero ninguno de esta gravedad. Viví muchos gobiernos, pero éste es el momento más difícil. Mucha gente sin trabajo que ahora no nos puede donar nada y cada vez más persona para que le demos de comer,
—¿Y el gobierno de Milei la está ayudando?
—Ahora sí nos están entregando a través del PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo), nos habilitaron para Añatuya (Santiago del Estero), y también para el comedor de Cañuelas. Los Piletones reciben hace mucho tiempo, más o menos 25 años que nosotros nos anotamos en un plan que se llama PNU del Banco Mundial.
—¿Cómo repercutió en Los Piletones el aumento de la crisis social que atravesamos?
—Es muy triste ver a los chicos en esa situación. La gente o familias enteras vienen a pedirte frazadas, te piden un colchoncito para dormir en la vereda, debajo de un techito o un puente. La gente que tenía un alquiler y empezó a vender sus cositas para poder seguir estando bajo un techo y cuando salió de los hospedajes, estos salieron sin nada. Y a veces eso me da mucha tristeza porque son gente que nunca ha vivido en la calle, y cada vez son más, entre ellos chicos, familias. Me duele mucho ver esto, sobre todas las cosas donde hay pequeños, sin dudas es lo que te duele.
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—Agradecemos su participación en este Ciclo de Entrevistas con estudiantes de la Facultad de Comunicación de la USBA y le damos la posibilidad de cerrar el reportaje con un comentario final.
—Les agradezco muchísimo, yo también estoy contenta de haber participado. Muchas gracias y los invito un día a conocer lo que es Los Piletones, es un lugar muy agradable y muy lindo, si quieren venir a visitarnos. Las puertas del comedor se abren a las siete menos cuarto de la mañana y se cierran a las ocho de la noche. Serán bienvenidos.
Por Guadalupe Murgida, Edgardo Paredes y Pablo Regini
Estudiantes de la Facultad de Comunicación
Universidad del Sur de Buenos Aires (USBA)