CICLO DE ENTREVISTAS
USBA

Agustín Rossi: “Alberto fue un buen presidente”

El ex jefe de gabinete del Frente de Todos participó del Ciclo de Entrevistas organizado por estudiantes de Comunicación de la Universidad del Sur de Buenos Aires (USBA). La autocrítica del peronismo. Y y el liderazgo que tiene Cristina.

Agustín Rossi: “Nosotros hicimos un buen gobierno”
Agustín Rossi: “Nosotros hicimos un buen gobierno” | Valentina Bustos / Cedoc Perfil

Agustín Rossi participó de una conferencia de prensa organizada por estudiantes de la Facultad de Comunicación de la Universidad del Sur de Buenos Aires (USBA) del Grupo Perfil, en la que se refirió positivamente a la gestión de Alberto Fernández. "Yo creo que Alberto fue un buen presidente. La realidad es que creo que, con el tiempo, su gestión va a ser verdaderamente redituada. No pudimos bajar la inflación. No recuperamos poder adquisitivo del salario, justamente también por eso. Y tuvimos demasiados problemas internos. Una interna a cielo abierto. Y eso permitió que no pudiésemos poner en valor gran parte de la gestión", declaró.

El ex jefe de Gabinete del Frente de Todos también se diferenció con las voces del peronismo que reclaman que Cristina Kirchner se corra de la escena para permitir nuevos liderazgos. "Pedir o desear que Cristina dé un paso al costado, no me parece que exista ese escenario, porque sería irreal, porque dejaría un vacío que lo llena solamente ella. Entonces, me parece que lo que tiene que hacer, el esfuerzo que tiene que hacer nuestro espacio político es reconocer esa situación, convivir con esa situación y fundamentalmente convertirla en un activo, no en un problema.", destacó Rossi en el Ciclo de Entrevistas a cargo de Rodrigo Lloret, director de Perfil Educación.

—¿Existe alguna autocrítica dentro del peronismo por los últimos cuatro años de gobierno?

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—El proceso de los cuatro años del Frente de Todos tiene que generar procesos de autocrítica. Es un diálogo permanente hacia el interior de nuestro espacio político, en algún momento habrá que hacer una síntesis que te permita mirar hacia adelante. Creo que Alberto y Cristina van a cumplir roles importantes en el peronismo que viene. Son diferentes, para mí Cristina es la última líder que tuvo el peronismo y Alberto es un dirigente importante. Creo que hay diferencia entre dirigentes importantes que sintetizaron en algún momento el espacio político, como fue Alberto, como fuimos Sergio (Massa) y yo, y lo que es Cristina, que generó un liderazgo hacia el interior de nuestro espacio político y eso es distinto. Los dirigentes que sintetizan los proponemos en general los dirigentes y después son legitimados por los dirigentes. Los líderes los eligen el pueblo.

—¿Cuál es el balance que puede hacer de la gestión de Alberto Fernández?

—Yo creo que Alberto fue un buen presidente. La realidad es que creo que, en el tiempo su gestión va a ser verdaderamente redituada. No pudimos bajar la inflación. No recuperamos poder adquisitivo del salario, justamente también por eso. Y tuvimos demasiados problemas internos. Una interna a cielo abierto. Y eso permitió que no pudiésemos poner en valor gran parte de la gestión. Pero terminamos el gobierno con un 5,7% de desocupación. Una de las desocupaciones más bajas de los últimos años en la Argentina. Tuvimos 37 meses de crecimiento del empleo registrado privado. Recuperamos todos los empleos que perdió (Mauricio) Macri, todos los empleos que se perdieron por la pandemia y generamos más trabajo. Llevamos adelante un plan de obra pública y un plan de vivienda que hacía tiempo que la Argentina no tenía. Tuvimos una política exterior acorde a lo que las mejores tradiciones de la Argentina tienen que llevar adelante. Independientemente de la foto en Olivos y del vacunatorio VIP, sacando eso en términos generales, la gestión de la pandemia fue una gestión que estuvo acorde a lo que respondieron el resto de los países en todo el mundo. Se ampliaron derechos individuales, como el impulso que dimos a la ley de interrupción voluntaria en el embarazo. A mí me parece que no hubo una valoración adecuada y que se instaló, que no era un gobierno bueno y que las encuestas decían que no era prudente, que no era conveniente porque ya había un juicio de valor por parte de la sociedad defender el gobierno en el medio de la campaña electoral, que había que ir hacia adelante y eso fue más o menos lo que pasó.

—¿Cómo se explica, entonces, el resultado electoral?

Se instaló que el gobierno era un mal gobierno. Tampoco los buenos gobiernos ganan elecciones ¿Por qué perdimos las elecciones? Porque Alberto Fernández no dio la respuesta que tenía que dar en cuestión económica. ¿Por qué perdimos en el 2015 con el salario más alto en dólares? Con desocupación del 5%, con planes de contundencia como el Procrear. Porque hay otras valoraciones, no solamente la cuestión económica está en juego en el marco de una elección. Funciona como un ansiolítico decir que perdimos por el gobierno. Me parece que hay una cantidad de cuestiones que hace tiempo que se vienen conformando en el conjunto de la sociedad argentina y que permitieron que hoy tengamos un gobierno como el que tenemos. Lo que sucedió en la Argentina es que el peronismo plantea que nos salvamos entre todos, o no se salva nadie, la idea de comunidad, de lo colectivo. Pero hace años que se viene predicando, que lo único que sirve es el esfuerzo individual. Todo eso termina conformando un tipo de sociedad en la que aparece un señor que dice exactamente lo mismo y lo terminan votando. Si hay algo que yo me autocritico, es que le hablamos solamente a un tipo de trabajador, que es el trabajador en relación de dependencia, sindicalizado. Y mientras tanto tenés el resto: monotributistas, autónomos o informales. Nosotros íbamos a hablarle a esos trabajadores y le decíamos que les iban quitar derechos, y ellos nos decían que no tenían ningún derecho.

—¿Cómo está hoy su relación con Cristina Kirchner y con Alberto Fernández?

Con Alberto y con Cristina, tengo relaciones de muchos años con ambos, de hecho casi los conocí a los dos en el inicio del kirchnerismo. Fui el jefe de campaña de Néstor en 2003 cuando fue candidato a presidente. Alberto era el jefe de campaña a nivel nacional y Cristina fue a cerrar la campaña de Néstor en Rosario y yo fui el locutor de ese acto, como para tener dimensión desde donde viene la relación. Tuve diferentes momentos en la relación con Cristina, momentos de mucha cercanía, cuando era presidente del bloque de diputados, cuando falleció Néstor o cuando fui su ministro de Defensa. Y tuve momentos de diferencias con Cristina, como en las PASO del año 2021, en las que yo competí contra el candidato de Cristina y el candidato de Alberto. Hoy tengo una relación de mucha cercanía afectiva, y tengo un diálogo político muy franco con ella. Con Alberto, cuando yo llegué de presidente del bloque en el año 2005, él era jefe de gabinete, mi relación con el gobierno en ese momento era fundamentalmente con él. Después él se va en el año 2008 y empieza a ser crítico con el gobierno, obviamente que esa relación se descontinuó. Si bien yo nunca fui de los que descalificaban a Alberto, pero sí claramente se descontinuó. En el 2018, cuando se empiezan a acercar todos los sectores del peronismo que después terminó dando el Frente a Todos, reestablecí la relación con él y terminé con una relación muy cercana, fui su jefe de Gabinete, si bien tuve vaivenes.

¿Está de acuerdo con los que sostienen que Cristina debería dar un paso al costado para generar nuevos liderazgos en el peronismo?

A mí me parece que hay muchos que opinamos sobre determinadas situaciones y después está la realidad. La realidad es una, Cristina no va a ser candidata y sigue siendo a mi criterio hasta ahora, una dirigente con un liderazgo más que importante, quien más adhesiones genera hacia el interior de nuestro espacio político es ella. Quizás hoy sin ser hegemónica, pero en términos individuales es quien más adhesiones genera hacia el interior de nuestro espacio político. Cristina va a seguir siendo Cristina, como Alfonsín sigue siendo Alfonsín. Me parece que cuando hay liderazgos así con tanta fortaleza lo único que uno no puede hacer es conocerlo. Perón decía que la única verdad es la realidad. Cristina es eso, es ese liderazgo. ¿Por qué ejerce ese liderazgo? Porque hay muchos argentinos, sobre todo muchos peronistas, que la siguen reconociendo, que la siguen queriendo, que siguen depositando confianza política en ella, en sus opiniones, en sus decisiones. Y esa confianza política, que depositan muchos argentinos en ella, Cristina la ejerce de diferentes maneras. Pero pedir o desear que Cristina dé un paso al costado, no me parece que exista ese escenario, porque sería irreal, porque dejaría un vacío que lo llena solamente ella. Entonces, me parece que lo que tiene que hacer, el esfuerzo que tiene que hacer nuestro espacio político es reconocer esa situación, convivir con esa situación y fundamentalmente convertirla en un activo, no en un problema. Lo que tiene que hacer el espacio político es convertirlo en un activo, no en un problema. Esto me parece que es así. Cuando me dicen que no hay que correr a Cristina, me parece que no es así. Eso tiene que convertirse en un activo.

Agustín Rossi: “Nosotros hicimos un buen gobierno”
Agustín Rossi participó de una conferencia de prensa organizada por estudiantes de la USBA.

—Usted fue ministro de Defensa durante el kirchnerismo, ¿qué piensa de la compra de aviones de guerra en medio de la crisis social que atraviesa el país?

Desde el punto de vista de la política de Defensa, era una capacidad que la Argentina tenía que recuperar. Nosotros habíamos definido que la Argentina tenía que recuperar la capacidad de aviones y aviones supersónicos. Y recuperar la capacidad submarina. Argentina tenía que incorporar la capacidad de vehículos blindados a ruedas también. Pero desde mi mirada como ex ministro de Defensa, la mejor opción eran los chinos, porque eran nuevos. La única objeción que había en ese sentido de la Fuerza Aérea, era que todo el sistema logístico de todos los aviones de la Fuerza Aérea sean norteamericanos. Entonces había un temor, no infundado, que tenía este sostenimiento de decir, si le vamos a comprar los aviones supersónicos a los chinos, no nos van a dejar de vender todo lo que necesitamos para el mantenimiento del resto de los aviones de la Fuerza Aérea. Pero en la decisión del Gobierno, la mirada de la Defensa no existió. Existió una decisión de política internacional, de alineamiento automático. Y por eso no analizaron los aviones chinos, sino que directamente compraron aviones norteamericano. Desde el punto de vista de la política económica, claramente que parece contradictorio, porque dicen que no hay plata para nada pero aparecen gastando 600 millones de dólares.

—¿Las Fuerzas Armadas deberían intervenir en el control del narcotráfico?

—Definitivamente, no. Porque no hay ninguna experiencia en el mundo en donde las Fuerzas Armadas que hayan intervenido en la lucha contra el narcotráfico haya dado resultados positivos. Por el contrario, la realidad es que lo que ha aumentado ha sido la violencia y ha aumentado la cantidad de víctimas inocentes. En segundo lugar, porque las Fuerzas Armadas argentinas lo único que tienen de igual con la policía, es el uniforme, pero la formación es absolutamente distinta. La principal diferencia es que la formación del militar es para un uso letal del sistema de armas, incluyendo al hombre dentro del sistema de armas. No está preparado ni para la prevención, ni para nada de eso. Y el tercer elemento, es porque en los países en donde se involucraron las Fuerzas Armadas en cuestiones de seguridad interior, había una debilidad intrínseca de las agencias de seguridad. Vamos a Rosario que es la que genera el debate. Yo vivo en Rosario, pasó la mayor cantidad de mis días en Rosario, mi esposa vive y trabaja en Rosario, mis hijos más chicos viven, trabajan y estudian en Rosario, y yo milito en Rosario. O sea, que el conflicto de inseguridad no lo veo por la, no lo veo por la tele. En Rosario no hay una guerra, no hay un campo de batalla. En Rosario no es que las fuerzas de seguridad se hayan visto sobrepasadas en su equipamiento militar por parte de los grupos narcos. No hay grandes organizaciones narcos, hay clanes, hay bandas sanguinarias y rudimentarias. Entonces, ¿para qué quieren las fuerzas armadas a participar, a participar en Rosario? ¿Para qué lo quiere llevar (Patricia) Bullrich? Lo quiere llevar para que hagan lo mismo que hace la Gendarmería y lo que hace la policía de la provincia, para patrullar.

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—Agradecemos su participación en este Ciclo de Entrevistas con estudiantes de la Universidad del Sur de Buenos Aires y le damos la posibilidad de cerrar con un comentario final.

La política argentina vive una situación difícil en lo económico y en lo social, y vive una situación difícil en lo institucional. Yo creo que la discusión en la política argentina de hoy no es solamente una discusión sobre la economía, sino sobre los valores en los cuales queremos que se construya la sociedad en la cual vamos a vivir. La movilización opositora más importante en todo este tiempo fue la que organizó la comunidad universitaria. Y ahí había no solamente una defensa de la cuestión presupuestaria, sino que había una defensa de la universidad pública y gratuita que es el símbolo de la movilidad social ascendente. Y la movilidad social ascendente es uno de los valores intrínsecos, significativos y representativos de nuestra sociedad argentina. Y lo que el gobierno no quiere es que esta sociedad sea lo que es, que quiere latinoamericanizar la sociedad argentina, estratificar socialmente. Me parece que la lucha hay que darla por eso, no solamente por la economía, sino por los valores.

Por Gabriel Zorrilla y Pablo Regini
Estudiantes de la Facultad de Comunicación
Universidad del Sur de Buenos Aires (USBA)