En Argentina, la tasa de natalidad ha caído un 40% en las últimas dos décadas, lo que genera interrogantes sobre el futuro de las políticas públicas y la sostenibilidad del sistema previsional.
Para hablar sobre este tema, Canal E se comunicó con el economista Martín Simonetta, quien comentó que, “es interesante investigar las causas detrás de esta tendencia, pero los números son llamativos y nos hablan de un cambio cultural profundo", al referirse a la sorprendente cifra de 500,000 perros en Buenos Aires frente a 400,000 niños menores de 12 años.
En una comparación aún más sorprendente, la suma de perros y gatos llega a más del doble de la población infantil en la ciudad, lo que refleja un cambio notable en las prioridades de muchas familias argentinas.
Para Simonetta, esta cifra no solo habla de un fenómeno urbano, sino de una tendencia que se extiende a nivel nacional. "En las últimas dos décadas, la caída de la natalidad ha sido del 40%", añade, subrayando que este cambio tiene serias implicancias para el sistema previsional del país. "Si seguimos con esta tendencia, ¿qué va a pasar con el sistema de pensiones y los jubilados del futuro?", cuestiona.
La crisis de la natalidad y sus efectos en la economía
La disminución en la tasa de natalidad no es un fenómeno aislado de Argentina. Según Simonetta, Europa enfrenta dilemas similares, especialmente en países donde la natalidad también está en descenso. "En Europa, algunos sectores, como los inmigrantes, tienen tasas de natalidad mucho más altas, lo que genera tensiones demográficas y debates políticos complejos", dice el economista.
Sin embargo, más allá de los cambios sociales y culturales, la situación tiene un impacto directo en la economía argentina. "La caída de la natalidad afecta al sistema fiscal, a la capacidad del Estado para financiar las jubilaciones y, en general, a la estructura de la población activa", explica Simonetta.
En este contexto, señala que la población más joven ha adoptado nuevas formas de inversión para asegurar su futuro. "Mientras más jóvenes están aprendiendo sobre inversiones, menos están pensando en una jubilación convencional", comenta.
El cambio en el perfil de los hogares
El economista destaca que este fenómeno también está marcando una transformación en el tipo de hogares que se están formando en la ciudad. "En Buenos Aires, uno de cada tres hogares está formado solo por una o dos personas", señala Simonetta, lo que revela un cambio en las dinámicas familiares y en la concepción tradicional de la familia. "Esto está relacionado con la dificultad económica de mantener a varios hijos en un entorno de alto costo de vida", añade.
El cambio de paradigma es evidente en la oferta de inmuebles. Los departamentos de cuatro ambientes, típicos de familias numerosas, están perdiendo demanda, mientras que los de uno o dos ambientes están ganando terreno. "Es una revolución silenciosa en términos de consumo y construcción", señala Simonetta, apuntando a una transformación tanto cultural como económica.
La inversión como refugio frente a la incertidumbre
El economista también resalta el crecimiento de la inversión financiera entre los jóvenes, un fenómeno que se ha acelerado en los últimos años. "En 2019, había 400,000 cuentas comitentes en Argentina; hoy, el número asciende a entre 14 y 16 millones", destaca Simonetta, haciendo referencia a un cambio de mentalidad en las nuevas generaciones. A pesar de que hay críticas sobre la duplicación de cuentas, esta tendencia refleja una búsqueda constante por encontrar alternativas ante la incertidumbre económica.
"Lo que vemos es un reflejo de nuestra historia económica", afirma. "Los argentinos, por naturaleza, buscamos formas de sobrevivir en momentos de crisis". Sin embargo, Simonetta recalca que este fenómeno también refleja la falta de confianza en el sistema previsional, ya que las nuevas generaciones no esperan poder depender de una jubilación estatal.