La provincia de Santa Cruz está llevando a cabo una negociación con una flota china para permitirle la pesca indiscriminada de recursos migratorios que se encuentran en la zona económica exclusiva, lo cual generará tanto un daño ecológico como económico. Ante este panorama, este medio se puso en contacto con César Lerena, presidente de CESPEL.
“Es absolutamente imposible que la provincia de Buenos Aires permita el ingreso de buques chinos al territorio nacional”, comentó César Lerena. “Esta cuestión se realiza con el agravante de que el gobernador de Santa Cruz no puede ignorar que esta flota china está pescando ilegalmente recursos migratorios de la zona económica exclusiva de Argentina”, agregó.
La pesca ilegal produce un daño tanto ecológico como económico
Posteriormente, Lerena planteó: “Esta flota, que habitualmente está pescando en el límite de las 200 millas, se apropia de los recursos que migran desde la zona económica exclusiva de altamar y con ello está produciendo un daño gravísimo ecológico, pero también económico”. Luego, manifestó que, “cualquier acuerdo que se pudiese llevar adelante en Santa Cruz, es muchísimo más grave el daño que va a ocasionar que los pocos recursos que podrán incorporarse”.
Pesca subsidiada
“Acá no ha habido políticas nacionales, que es en definitiva quien se ocupa de controlar y administrar la zona económica exclusiva, en el sentido de atacar esta pesca ilegal que afecta a Argentina”, sostuvo el entrevistado. “Las empresas, las chinas en particular, están pescando en forma subsidiada, no pagan aranceles de importaciones de sus países de origen y prácticamente está subvencionada la construcción de sus buques”, complementó.
Sobre la misma línea, el presidente de CESPEL señaló: “Estas empresas no efectúan ningún tipo de carga social, es decir, llevan en sus tripulantes prácticamente un trabajo esclavo”. A su vez, remarcó que, “están trabajando con una diferencia sustancial respecto a toda la carga impositiva que está abonando toda la empresa nacional radicada en la Argentina”.
“Los problemas que tienen todas las embarcaciones que pescan en alta mar son el trasbordo de sus mercaderías y las reparaciones de sus buques”, expresó Lerena. “Abrirle la puerta a los puertos de Santa Cruz no solamente va a ser una cuestión de orden económico que afecte a los intereses nacionales, sino también una cuestión de soberanía nacional”, concluyó.