En noviembre, la inflación registró su valor más bajo desde julio de 2020, con un aumento de solo 0,9% en el rubro de alimentos y bebidas no alcohólicas, que tiene un alto peso en el índice general. Este dato positivo contrastó con las previsiones de los analistas y ofrece al gobierno una oportunidad para reducir el impacto de la inflación en el cierre del año.
Cuáles fueron los datos más trascendentes de la inflación
Para hablar sobre este tema, Canal E se comunicó con el economista y ex subsecretario de Financiamiento del ministerio de Economía, Ramiro Tosi, quien expresó que el dato de la inflación fue “lo más relevante de la semana, especialmente por el impacto político que tiene para el gobierno lograr una cifra de inflación que estuvo bastante por debajo de lo que la mayoría de los analistas, incluso los más optimistas, preveían”.
Según el entrevistado, el rubro de mayor peso en el IPC es el de alimentos y bebidas no alcohólicas, que en noviembre registró un aumento de solo 0,9%. “Esta es la tasa de variación mensual más baja desde julio de 2020, durante la pandemia”, destacó y mencionó que, dado el peso de este rubro, que representa casi un 28% del IPC, “este dato contribuyó a que el índice general se mantuviera bajo”.
Con respecto al último mes del año, Tosi aseguró que, en el mejor de los escenarios, el gobierno podría esperar que el índice de inflación se ubique entre 2,7% y 2,8%, “lo que le permitiría cerrar 2024 con una inflación acumulada de alrededor del 115%, muy por debajo del 211% registrado en 2023”.
Qué pasará con el Banco Central y el Tesoro
Por otra parte, el economista hizo mención al Banco Central y mencionó que está cerrando el trimestre y el año con buenos números, gracias a la liquidación del sector agroexportador, que mantiene un buen ritmo. “A mitad de mes, el promedio de liquidaciones es de aproximadamente 115 millones de dólares, muy por encima del promedio de los últimos diez años”, remarcó.
Al ser consultado sobre el Tesoro, Tosi aseguró que el próximo desafío será afrontar los vencimientos de deuda en enero, que suman casi 14 billones de pesos, “los mayores pagos programados hasta la fecha para 2025”. Y siguió: “Por eso, cuando se hablaba de la posible apertura del cepo, advertíamos que el problema no era tanto el flujo de dinero, sino los stocks de pesos que aún están en circulación”.
Para cerrar, el economista agregó: “Si esos pesos se liberan, podría tener consecuencias inmediatas sobre la evolución del tipo de cambio”.
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