El famoso “lunes negro”, que afectó sorpresiva y negativamente a los principales mercados mundiales, dejó cierto temor de que una jornada de ese estilo vuelva a ocurrir. Para hablar sobre este tema, Canal E se comunicó con el economista y politólogo Pablo Tigani, quien expresó que el “lunes negro” en los mercados “reveló la profunda vulnerabilidad de la Argentina frente a un shock interno”.
Llamado de atención
Según el entrevistado, este episodio sirvió como un llamado de atención crítico, especialmente dado que el país “enfrenta un bajo nivel de reservas y una economía interna en crisis, con pocas actividades económicas en buen estado”. Y agregó que la negativa a aceptar el tipo de cambio solicitado por el sector agrícola para liquidar divisas parece poco razonable en el contexto actual.
En ese sentido, el entrevistado sostuvo que, “no es tanto una cuestión de estar a favor de una devaluación, sino que el marco teórico elegido por el gobierno contemplaba un tipo de cambio libre, levantando el cepo, como solución para enfrentar el choque externo”. Y mencionó, además, que el ajuste fiscal y monetario ortodoxo ya se implementaron, pero para que estos ajustes sean efectivos, "es necesario permitir cierta flotación del dólar”.
El Banco Central y el panorama económico
Con respecto al Banco Central, el economista aseguró que, “la falta de transparencia en el manejo de reservas, las operaciones de compra y venta de oro, y otros aspectos financieros generan incertidumbre sobre el verdadero costo de estas acciones”. En este contexto, para Tigani, “es difícil vislumbrar una recuperación económica clara y sostenible”.
En continuidad con el tema, el entrevistado recalcó que el panorama económico actual es desolador porque “el consumo, la inversión, el gasto público y la liquidación de exportaciones están en caída libre”. Y continuó: “La falta de demanda agregada plantea serias dudas sobre cómo puede funcionar la economía en estas condiciones”.
Por otra parte, Tigani también hizo mención a la parálisis económica que, “es evidente” porque “supera el 7% de desempleo” y una pérdida rápida de puestos de trabajo, lo que “agrava aún más la crisis”. “Esta situación llevó a una caída abrupta en los salarios y un aumento en la presión social”, se lamentó.
El economista mencionó que, “con más de 400.000 empleos perdidos y un desempleo alarmante, se cuestiona cómo el país puede avanzar sin una recuperación significativa en el mercado laboral y sin una estrategia económica coherente”. Y cerró: “El panorama es preocupante y exige respuestas urgentes para evitar un deterioro aún mayor”.
