Daniel Coluccio, director del Observatorio Marítimo Naval, explicó en Canal E que aún no han zarpado barcos para la pesca de langostino pese a la apertura formal de la zafra. Los sindicatos denuncian un lockout patronal mientras los empresarios argumentan que no pueden salir a pérdida.
La zafra del langostino sigue sin actividad en los puertos argentinos
Durante una entrevista realizada por Canal E, Daniel Coluccio, director del Observatorio Marítimo Naval, brindó un panorama preocupante sobre el presente del sector pesquero. Según detalló, pese a la apertura de la pesca de langostino fuera de la zona de veda permanente, ningún barco ha zarpado desde los puertos de Mar del Plata y el litoral marítimo.
“Desde el lunes 17 de febrero quedó habilitada la pesca objetivo de langostino, pero hasta el día 20 no hubo ningún barco que haya preparado sus artes de pesca ni convocado a sus tripulaciones”, señaló Coluccio.
Problemas de rentabilidad y falta de demanda internacional
Coluccio explicó que los motivos detrás de esta parálisis radican en los problemas de rentabilidad del sector. “Los sindicatos denuncian que el empresariado pretende una baja del 30% en los valores de referencia del langostino, que habían quedado en 5.800 dólares la tonelada, mientras que hoy se comercializa entre 4.700 y 4.900 dólares”, indicó el especialista.
A ello se suma un dato más preocupante: “Lo más grave no es tanto el precio, sino la falta de demanda. No hay llamadas de compradores internacionales interesados en el langostino salvaje argentino”, afirmó Coluccio. Esta ausencia de demanda impacta directamente en la viabilidad económica de la zafra.
Un conflicto que afecta a trabajadores y empresarios
“Hay trabajadores que están parados desde septiembre del año pasado”, enfatizó Coluccio, en referencia a las tripulaciones de los barcos tangoneros que dependen de la pesca de langostino. Sin embargo, desde el lado empresarial también exponen sus dificultades. “Mover un barco para perder dinero es inviable”, resumió el director del Observatorio Marítimo Naval.
Coluccio remarcó que tanto los gremios como los empresarios deben encontrar un punto de acuerdo. “Ambas partes tienen razón”, aseguró. Por un lado, los trabajadores necesitan salir a navegar para percibir ingresos; por el otro, los empresarios advierten que, sin condiciones mínimas de rentabilidad, no pueden cubrir los costos operativos.
La presión de los costos internos y la carga impositiva
Según Coluccio, otro factor clave es la carga tributaria. “El Derecho Único de Extracción se multiplicó por siete dólares y hoy es una carga significativa para la industria”, explicó. Esta suba de impuestos, junto al incremento de los costos de insumos y servicios, pone en jaque a las empresas pesqueras.
“El Estado no solo no alivió los tributos, sino que los incrementó”, agregó el especialista. Además, resaltó que el mercado internacional de langostino enfrenta una fuerte competencia por parte del langostino de cultivo, lo que presiona aún más los precios a la baja.