La posibilidad de la salida del cepo cambiario genera expectativas en los mercados, ya que podría permitir una mayor fluidez en las transacciones de divisas y un ajuste en el valor del peso. Sin embargo, también conlleva riesgos de volatilidad e incertidumbre , que podrían afectar la estabilidad de los precios y la confianza de los inversores.
Cómo es el modelo económico argentino y qué sucederá con las políticas cambiarias
Para hablar sobre este tema, Canal E se comunicó con el economista Martín Burgos, quien expresó que, “estamos ante un modelo económico que enfrenta dificultades para generar divisas, y si el país comienza a crecer, necesitará aún más recursos para sostener ese crecimiento”.
Según el entrevistado, las políticas cambiarias, aunque se han ido flexibilizando en algunos aspectos, “podrían seguir siendo más flexibles”, sin embargo, lo más relevante en este contexto “es evitar que los argentinos sigan comprando dólares, ya que esto continúa siendo una de las principales fugas de divisas”.
En continuidad con el tema, Burgos aseguró que, a pesar de las medidas, sigue siendo complicado frenar esta tendencia, y “no está claro si al gobierno le convendría eliminar completamente las restricciones cambiarias, ya que esto podría agravar la fuga de capitales”, sumando aún más problemas a la escasez de dólares. Y agregó: “Sería importante que la gente no tenga más incentivo para comprar dólares”.
La salida de divisas y las elecciones del próximo año
Además, para el entrevistado, uno de los principales desafíos es la salida de divisas por la compra de dólares, que a menudo supera a los ingresos provenientes de las inversiones extranjeras. “Este fenómeno refleja un comportamiento histórico de la economía argentina, donde la gente busca refugio en la moneda estadounidense ante la incertidumbre económica”, continuó.
En cuanto a las elecciones del próximo año, el entrevistado sostuvo que, “hay una presión política para que el gobierno deje de aplicar restricciones cambiarias, ya que es una de las demandas populares”. Sin embargo, “la eliminación del cepo podría generar inestabilidad, lo que podría perjudicar al modelo económico actual y tener un impacto negativo en las elecciones”, añadió.
Para finalizar, Burgos agregó: “Si se decide eliminar el cepo durante el verano, podría haber una brecha cambiaria de entre un 10% y un 15% y esta dinámica dependería de cómo se ajuste la oferta y demanda de divisas, y si se logra sostener a largo plazo”.