Pablo Torello, productor agropecuario y ex diputado nacional, analizó para Canal E el impacto del nuevo esquema de retenciones agroexportadoras, cómo impacta la implementación de exigir plazos para llevar a cabo la liquidación de divisas y el contexto político-económico que atraviesa el sector agropecuario en Argentina.
Pablo Torello fue categórico al cuestionar los derechos de exportación, señalando que "es como pegarse un tiro en el pie". Según Torello, liberar al sector agropecuario de estas cargas permitiría incrementar significativamente la producción y las exportaciones. "Hemos demostrado que bajando las retenciones, como ocurrió entre 2015 y 2019, se puede llegar a 150 millones de toneladas o más, generando hasta USD 10.000 millones adicionales al año", explicó.
Cuáles son las consecuencias detrás del nuevo régimen de retenciones
Aunque Torello reconoció que la reciente medida del Gobierno que establece plazos para liquidar divisas tiene una intención positiva, criticó su implementación. "El costo financiero de esta reglamentación será trasladado al productor, lo que probablemente paralice el mercado", afirmó. Además, señaló la falta de claridad y consultas previas, lo que ha generado reuniones entre exportadores, el Gobierno y el ARCA para ajustar los detalles operativos.
El entrevistado aclaró que los productores venden su cosecha, pero son los exportadores quienes liquidan las divisas, marcando una desconexión en las políticas gubernamentales. "El productor solo vende si tiene un incentivo, pero medidas como el dólar soja han distorsionado el mercado, rompiendo la confianza y creando incertidumbre", indicó.
La visión equivocada del Gobierno sobre el agro
También criticó la visión gubernamental de considerar al agro como una fuente inmediata de recursos fiscales. "Las políticas actuales no reconocen que los recursos son de los productores, no del Estado. Esa percepción errónea afecta la confianza y frena el desarrollo del sector", sostuvo.
En cuanto a la visión del Gobierno actual, Torello opinó que, "aún no se ha hecho toda la motosierra que prometieron" en términos de achicar el Estado y reducir regulaciones. Si bien destacó avances en la reducción de la inflación, insistió en que el sector agropecuario sigue siendo visto como "un proveedor de recursos" en lugar de un motor de desarrollo económico.
Se mostró crítico con los gobiernos anteriores que percibieron al campo como un enemigo y elogió los esfuerzos por eliminar retenciones en economías regionales. "Es una medida excelente. Bajar impuestos y liberar fuerzas productivas es fundamental para fomentar inversiones y generar empleo", afirmó.
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