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Economía nacional

Martínez Mosquera: "La inflación seguirá bajando en los próximos meses"

El economista hizo un análisis sobre el índice de precios, las claves detrás de la baja de la inflación y los desafíos que enfrenta el gobierno argentino en un año electoral.

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Banco Central | Télam

En un contexto de alta incertidumbre económica, el economista Gonzalo Martínez Mosquera analizó las perspectivas de la inflación para los próximos meses, destacando la relación entre la tasa de interés, el crawling peg y los desafíos externos e internos que enfrenta el gobierno.

Expectativas de inflación: ¿Qué nos depara el futuro?

El entrevistado se mostró optimista respecto a la evolución de la inflación en los próximos meses, coincidiendo en que el índice de precios podría acercarse al 2% mensual. Según su análisis, la clave de la inflación radica en la relación entre la tasa de interés del Banco Central y el trolling peg, un sistema que regula la devaluación del peso.

Con una tasa de interés del 2,4% y una devaluación mensual del 1%, Martínez Mosquera predijo que la inflación se estabilizará en torno al 2%, una cifra cercana a la de otros países como Estados Unidos, donde la inflación también muestra señales de desaceleración.
"Creo que en los próximos meses la inflación seguirá bajando hacia un 2%, incluso podría llegar a 1,9% mensual", comentó.

Factores clave: ¿Emisión o expectativas de la sociedad?

En cuanto a la emisión monetaria, Martínez Mosquera defendió que la inflación no depende únicamente de la cantidad de pesos emitidos, sino de lo que el gobierno exige a la sociedad a cambio de esos pesos. Explicó que existen dos formas principales en las que los ciudadanos acceden a pesos: a través de la tasa de interés, como ocurre con las LECAPS y las billeteras virtuales, y mediante la compra de dólares por parte del Banco Central.

El economista insistió en que el gobierno debe gestionar con cautela la emisión para evitar efectos adversos a largo plazo. "El Banco Central está emitiendo para mantener la economía en marcha, pero si reduce la emisión o aumenta la tasa de interés, la inflación podría reducirse aún más", añadió.

Desafíos externos: Aranceles y elecciones

Más allá de la política interna, el economista señaló que los aranceles impuestos por Estados Unidos al acero chino podrían tener un impacto positivo sobre la inflación en Argentina. Estos aranceles, al generar una reducción en los precios de los productos importados, ofrecerían una oportunidad para que el gobierno flexibilice las importaciones y, de esa manera, baje los precios internos.

Sin embargo, también resaltó que el año electoral será un factor clave. El gobierno podría optar por medidas que retrasen las decisiones más complicadas, como una devaluación o la liberación del cepo cambiario. "Es probable que el gobierno trate de retrasar lo más posible una devaluación hasta después de las elecciones", anticipó.

Inflación, actividad económica y empleo: ¿un regreso a los 90?

Martínez Mosquera comparó la actual situación con los años 90, cuando la producción creció pero la tasa de desempleo aumentó debido a la menor demanda de mano de obra.

Podríamos estar ante un escenario similar, donde la productividad sube, pero el desempleo también lo haga debido a la reducción de la necesidad de mano de obra”, explicó.

Además, advirtió que las políticas económicas implementadas podrían resultar en un escenario donde el empleo se convierta en el principal factor que divida a la sociedad, una división que se irá agudizando en el futuro cercano.

¿Evitar un escenario como el de hace 25 años?

Cuando se le preguntó si el gobierno podría evitar que la situación económica termine de forma similar a lo ocurrido hace 20 o 25 años, el economista destacó que la principal diferencia radica en la falta de un tipo de cambio fijo como en los años 90. Además, señaló que un ajuste en el tipo de cambio y la liberación del dólar podrían ser necesarios para estabilizar la economía a largo plazo.

"No hay un compromiso de tipo de cambio fijo, lo que le da al gobierno cierta flexibilidad, pero también podría llevar a una devaluación brusca", indicó. Para el economista, la solución de fondo radica en que el gobierno gestione un déficit primario, como ocurre en otras economías en crecimiento, lo que permitiría que la sociedad disponga de más pesos para hacer frente a sus necesidades.

Inflación: ¿El gobierno se ajustará a las expectativas?

Sobre las previsiones de inflación para el futuro, Martínez Mosquera se mostró cauteloso. “No me gusta hacer pronósticos, pero mi fórmula indica que la inflación podría estar entre el 2% y el 1,9%, dependiendo de las decisiones que tome el gobierno con respecto a la tasa de interés y la devaluación”, agregó.

Según su análisis, el comportamiento de la inflación dependerá de cómo se manejen estos factores clave, y aunque no se prevé un "rebote" inmediato, la dinámica económica podría continuar con fluctuaciones moderadas.

"Si bien algunos sectores, como la carne, podrían subir, lo importante es entender el promedio general", concluyó Martínez Mosquera, quien ve un futuro donde la inflación sigue en descenso, aunque con incertidumbres que aún deben resolverse.