Desde la derogación de la ley de alquileres anunciada por el Presidente Javier Milei en el DNU, la oferta de viviendas en alquiler aumentó exponencialmente, sin embargo, se estima que eso no habría mejorado en gran medida la situación económica de los inquilinos. Con el fin de hablar más sobre este tema, Canal E se comunicó con Fernando Bercovich, de ACIJ.
“Hubo un cambio muy fuerte a partir del decreto de finales del año pasado del Presidente entre los cuales estaba el punto de la derogación de la ley nacional de alquileres que venía rigiendo el mercado en los años anteriores”, comentó Fernando Bercovich. “En términos generales, hay un empeoramiento de las condiciones de vida de la población inquilina en el AMBA”, agregó.
El 60% de los inquilinos que alquilan tienen un ingreso por debajo de la pobreza
Posteriormente, Bercovich planteó: “Alrededor del 60% de los hogares inquilinos del AMBA declaran ingresos por debajo de la línea de pobreza y una cifra similar, 59%, solicitó dinero a familiares o bancos para poder pagar el alquiler”. Luego, manifestó que, “aumentó la proporción de gente que destina menos de un cuarto de sus ingresos a pagar el alquiler, pero al mismo tiempo creció la proporción de la gente que destina más de la mitad de sus ingresos”.
“Los beneficios que pudo haber tenido la derogación de la ley de alquileres, como puede ser el aumento de la oferta, en la cotidiana del inquilino no le mejoró la vida”, sostuvo el entrevistado. “Los periodos de actualización de los precios del alquiler ahora son trimestrales o cuatrimestrales cuando en el relevamiento anterior eran semestrales o anuales”, complementó.
La derogación de la ley de alquileres no mejoró la vida de los inquilinos
Por otro lado, el integrante de la ACIJ señaló: “El escenario que se abre a partir de la desregulación no mejoró la situación de los inquilinos”. A su vez, remarcó que, “el 70% de los hogares inquilinos se mudó una vez en los últimos 5 años, después hay un 35% que se mudó al menos 2 veces en los últimos 5 años y en el 45% de esos casos la mudanza se debió a que no le renovaron el contrato”.
A modo de cierre, Bercovich expresó: “La derogación de la ley tampoco vino a mejorar la vida de la población inquilina porque si se firma un contrato de un año con actualizaciones trimestrales atadas a la inflación, tampoco es una situación demasiado feliz para la población inquilina”.