Un informe de la Fundación ProTejer reveló que “el 50,3% del precio” de la indumentaria se destina a cubrir los impuestos nacionales, provinciales y municipales a lo largo de toda la cadena de producción.
Para hablar sobre este tema, Canal E se comunicó con Luciano Galfione, empresario textil y presidente de la Fundación ProTejer, quien expresó que la industria se encuentra en una situación complicada desde hace varios meses, debido a la disminución del poder adquisitivo de la población, “lo que impacta severamente nuestro sector”.
Los impuestos: la gran preocupación del sector textil
Según el entrevistado, el problema de los impuestos está relacionado con la situación económica general de Argentina. “No es tanto un problema de producción, sino de comercialización porque la carga impositiva en la industria textil es especialmente elevada”, agregó.
Con respecto al proceso productivo, el entrevistado aseguró que involucra a muchas empresas y trabajadores y en cada provincia donde opera laindustria “se aplican impuestos como ingresos brutos, IVA, Impuesto a las Ganancias, impuesto al cheque, entre otros”. Y remarcó que alrededor del 50% de carga impositiva “es algo común en muchos sectores productivos, reflejando un problema generalizado en nuestra economía”.
Importaciones: cómo afectó a la producción local
Al ser consultado sobre las importaciones, Galfione explicó que cuando en Argentina se pensó que importar reduciría precios, “no se logró ese objetivo” porque “se perdieron numerosos puestos de trabajo, lo que contribuyó a aumentar la pobreza y el desempleo, sin resolver los problemas existentes”.
En ese sentido, el entrevistado contó que en lo que va del año, se perdieron más de 5000 puestos de trabajo formales, y en total, hay más de 15.000 despidos en todo el país.
Por otra parte, Galfione explicó que en el precio de un jean de 100.000 pesos, la industria solo representa menos del 10% del costo, es decir, no más de 10.000 pesos. “Si las condiciones actuales no cambian, esta situación seguirá empeorando, ya que los niveles de actividad son incompatibles con nuestra estructura productiva”, cerró.
