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La crisis del Mar Rojo encarece los costos del transporte marítimo

Los ataques de militantes hutíes a portacontenedores en el Mar Rojo están causando un aumento significativo en los costos de transporte marítimo.

rebeldes hutíes
Rebeldes hutíes | AFP

Los recientes ataques en el Mar Rojo, llevados a cabo por militantes hutíes, están generando serias disrupciones en el transporte marítimo global. Las principales rutas comerciales hacia el Canal de Suez se ven afectadas, obligando a desviar buques y encareciendo las operaciones.

A qué se debe el conflicto en el Mar Rojo

Para hablar sobre este tema, Canal E se comunicó con el analista internacional y especialista en comercio exterior, Marcelo Elizondo, quien contó que desde octubre pasado, cuando ocurrió el ataque de Hamás a Israel, el Mar Rojo y, en particular, el comercio que fluye hacia el Canal de Suez, se han visto afectados. 

Según el entrevistado, por el Mar Rojo transitan anualmente 20.000 barcos cargueros que transportan el 40% del comercio internacional entre Asia y Europa, las dos regiones más activas en este ámbito. “Esto representa entre el 12% y el 13% del comercio marítimo mundial, lo que destaca su importancia”, agregó.

Cómo repercute economicamente el conflicto

En continuidad con el tema, Elizondo explicó que actualmente, los hutíes están afectando el tránsito de buques en la zona, porque “al estar en conflicto con Israel, están atacando barcos, obligando a muchos a desviarse por debajo de África”. Y remarcó que este desvío agrega entre 7 y 10 días de viaje y genera costos adicionales de al menos un millón de dólares por buque, “afectando gravemente las cadenas de suministro”.

Por otra parte, el analista internacional mencionó que, “los ataques han disminuido debido a que menos buques se atreven a transitar por la zona”. Sin embargo, “el impacto en el comercio internacional es significativo, ya que el mundo está interconectado, y cualquier afectación a una cadena de valor tiene repercusiones globales, más allá de la región afectada” siguió.

En ese sentido, Elizondo mencionó que el comercio internacional, entre todos los países, alcanza los 32 billones de dólares y las cadenas de valor globales funcionan incorporando insumos, bienes, partes y tecnologías de múltiples lugares. Y continuó: “Hoy en día, casi ningún producto se fabrica completamente en un solo país; cada uno integra componentes de diversas regiones”. 

Para cerrar, el entrevistado agregó: “Cualquier afectación al funcionamiento de una cadena de valor, sin importar su origen, tiene un impacto que trasciende la región en la que ocurre, generando consecuencias a nivel mundial”.