El ingeniero agrónomo, Javier Souza Casandini, conversó con Canal E y advirtió sobre el impacto del cambio climático en la producción agropecuaria, luego destacó la necesidad de estrategias de adaptación a corto, mediano y largo plazo. "Las inundaciones en Bahía Blanca, Córdoba y Corrientes contrastan con la sequía en Santiago del Estero y Chaco. Este cambio climático está perjudicando a productores tanto de cultivos extensivos como intensivos", explicó.
Según Javier Souza Casandini, la situación en el norte del país se agrava por procesos de deforestación que "han aumentado en los últimos años y vienen desde hace décadas". Luego, advirtió que, "la armonía entre clima, suelo y vegetación se está rompiendo cada vez más y eso tiene consecuencias devastadoras".
Sobre las previsiones climáticas, Casandini señaló que, "las ciencias del clima permiten estimar escenarios, pero la realidad es que la variabilidad climática es enorme". Aunque algunos pronosticadores preveían una recuperación de la humedad en ciertas regiones, "para Santiago del Estero y Chaco la seca se mantuvo y eso nos obliga a replantear estrategias de producción".
La importancia de generar diversidad biológica
El entrevistado insistió en que, "la vulnerabilidad frente al cambio climático está determinada por el suelo, el clima y el tipo de producción". A corto plazo, propuso evaluar estrategias de manejo de cultivos: "Un seguro agrícola puede ser una solución temporal, pero no resuelve el problema de fondo".
Para el mediano y largo plazo, Casandini destacó la importancia de la biodiversidad. "Si no somos capaces de generar diversidad biológica y seguimos deforestando, no nos vamos a adaptar", advirtió. Además, enfatizó que, "necesitamos pensar en los suelos no solo como un recipiente de semillas, sino como un ecosistema que requiere buen manejo y nutrición".
Cambio estructural
"No se trata solo de enfrentar sequías o inundaciones, sino de generar un cambio profundo en cómo producimos", afirmó el ingeniero agrónomo. A su vez, remarcó que, "la solución pasa por generar más materia orgánica en los suelos, diversificar cultivos y mejorar las prácticas de labranza".
Casandini también resaltó la necesidad de un compromiso colectivo. "Esto no solo es un problema de los productores, sino también de políticas públicas que fomenten la sostenibilidad". En este sentido, alertó que, "si seguimos generando gases de efecto invernadero sin reducir la deforestación, las consecuencias serán cada vez peores".