En una profunda reflexión sobre el conflicto entre Rusia y Ucrania, Adolfo Koutoudjian, experto en geopolítica, explica cómo la guerra puede redibujar el futuro comercial y político de las naciones, incluyendo a Argentina, en un mundo en constante cambio.
Según el entrevistado, el desenlace de esta guerra es más complejo de lo que parece. A pesar de la magnitud de la invasión rusa, el conflicto podría ser parte de una estrategia más amplia, en la que las potencias involucradas, como Rusia y Estados Unidos, estén buscando acuerdos detrás de las escenas.
Koutoudjian destacó que Estados Unidos, bajo la administración de Donald Trump, siempre ha mostrado un interés prioritario por China, y no por Rusia. “Trump siempre fue claro: su principal problema era China, no Rusia”, afirmó. A pesar de las tensiones actuales, el experto consideró que la confrontación podría no durar mucho más, ya que ambas naciones se entienden en términos de sus intereses estratégicos y económicos, lo que podría llevar a una desescalada.
Estados Unidos y la OTAN: un vínculo que se está roto
El entrevistado sostuvo que, en el largo plazo, Estados Unidos podría buscar una distensión con la OTAN, especialmente en lo que respecta a la relación con Europa.
Según Koutoudjian, este acercamiento a Rusia sería parte de un cambio hacia una política exterior más realista y menos interesada en involucrarse en guerras lejanas. “Estados Unidos no quiere gastar dinero en conflictos alejados, como lo demostró en la Segunda Guerra Mundial”, mencionó, aludiendo a la famosa reticencia del pueblo estadounidense a entrar en la guerra hasta el ataque de Pearl Harbor en 1941.
Además, el experto analizó cómo esta nueva orientación podría cambiar la forma en que el mundo aborda la guerra en Ucrania y cómo Estados Unidos, bajo un liderazgo republicano, podría estar tomando un enfoque más pragmático, similar a las políticas que han impulsado los gobiernos republicanos en el pasado.
El impacto de las potencias globales en Argentina
El análisis de Koutoudjian no solo se limitó a la situación internacional, sino que también puso el foco en el impacto que esta geopolítica tiene en Argentina. De acuerdo con el especialista, Argentina debe ser prudente frente a las relaciones con potencias como China.
"China es el principal cliente de Argentina, especialmente en lo que respecta a la soja y carne vacuna", remarcó. Además, los proyectos como la central nuclear y las represas de Santa Cruz son parte de la inversión china en el país, lo que complica la postura argentina frente a la creciente influencia de Beijing.
Koutoudjian advirtió, también, que el cambio de liderazgo en Argentina podría poner en evidencia las contradicciones entre las ideologías políticas del presidente electo y la necesidad económica del país de mantener buenas relaciones con China. “Argentina tiene que ser muy prudente en este contexto”, resaltó, sugiriendo que las decisiones del nuevo gobierno podrían tener implicaciones geopolíticas de gran alcance.
Las raíces del conflicto en Ucrania y la estrategia de Rusia
En cuanto a la guerra en Ucrania, Koutoudjian destacó que no se trata únicamente de una disputa territorial, sino de un tema de seguridad estratégica para Rusia.
Según el experto, la frontera norte de Ucrania está demasiado cerca de Moscú, lo que convierte a la presencia de la OTAN en esas áreas en una amenaza directa. “Rusia no se opone a que Ucrania entre en la Unión Europea, pero sí a la OTAN”, apuntó subrayando que lo que realmente preocupa a Rusia son los misiles nucleares de medio alcance que podrían ubicarse cerca de su frontera.
A su juicio, la guerra podría haberse evitado si las negociaciones previas entre los actores involucrados hubieran tenido éxito. Y recordó que, en los primeros días del conflicto, hubo un acuerdo cercano que involucraba el reconocimiento de Crimea como parte de Rusia, lo que no se concretó debido a diversas presiones internas y externas.
Para finalizar, Koutoudjian agregó: “Aunque el conflicto de Ucrania es complejo y tiene muchas facetas, el futuro dependerá de cómo las grandes potencias, como Estados Unidos, Rusia y China, manejen sus relaciones”.