El consumo en Argentina sigue estancado y la baja de precios refleja una falta de demanda generalizada, las empresas no se encuentran en su mejor momento y eso repercute en el empleo. En ese sentido, este medio se contactó con el periodista de Editorial Perfil, Ariel Maciel, quien explicó que, "las empresas enfrentan incertidumbre y han cambiado sus modelos de inversión".
El sector de la construcción es uno de los más golpeados. "Ya no existe la compra en pozo. Nadie quiere invertir en desarrollos a largo plazo, y las ventas solo se concretan en propiedades terminadas", explicó Ariel Maciel. Además, la falta de créditos hipotecarios agrava la situación, limitando el acceso a la vivienda y frenando la construcción privada.
La nula presencia del Estado en el financiamiento de la obra pública y su impacto en el empleo
La obra pública también está prácticamente paralizada. "El Estado Nacional no financia obras, y las provincias y municipios tampoco pueden avanzar sin apoyo nacional", comentó Maciel. Este escenario ha llevado a una crisis en el empleo del sector, afectando a miles de trabajadores.
Las nuevas medidas de la industria debido a la caída del consumo
La industria argentina enfrenta un cambio radical. "Las fábricas han incorporado reciclaje en sus procesos, algo impensado antes, cuando la demanda era alta y todo se producía nuevo", explicó el entrevistado. Esta adaptación refleja la caída en el consumo y la necesidad de optimizar costos.
Además, el alto costo laboral, con salarios promedio de USD 1.100 en la industria, pone en desventaja a las empresas argentinas frente a sus competidores regionales. "Muchas compañías optan por la informalidad para reducir costos antes de despedir empleados", reveló Maciel.
Desempleo e informalidad como medidas de ahorro para las empresas
El ajuste de personal ha sido la estrategia principal para enfrentar la crisis. "Más de 60.000 empleados fueron despedidos en el sector industrial, y muchos de los que quedaron son contratados en negro para ahorrar en aportes patronales", afirmó el periodista.
Este fenómeno se da en un contexto de baja demanda y alta incertidumbre. "Los empresarios saben cuáles serán sus costos hasta diciembre, pero no tienen idea de cuánto podrán vender ni si el consumo se reactivará", comentó Maciel. Esta incertidumbre ha frenado nuevas contrataciones y mantiene a miles de trabajadores fuera del sistema formal.
Uno de los problemas más graves es la falta de comunicación con el Gobierno. "Las empresas no tienen interlocutores en la Secretaría de Comercio ni en el ministerio de Economía para discutir sus necesidades", denunció Maciel.