El vicepresidente segundo de la Federación Porcina Argentina, Adolfo Franke, pasó por Canal E y expresó su preocupación por el aumento de las importaciones de carne de cerdo, en especial de bondiola proveniente de Brasil. También advirtió que, “el ingreso de bondiola del mes de septiembre equivale a la producción local, por lo cual, hay una sobreoferta de bondiola y en general esto genera una sobreoferta de cortes de cerdo de calidad”.
Según explicó Adolfo Franke, el sector no pide asistencia estatal sino previsibilidad: “Nosotros como sector no queremos que nos subsidien, ni siquiera diría que queremos protección, lo que queremos es seguir expandiéndonos y produciendo, y para ello vemos esto con algo de preocupación”.
El crecimiento de la carne porcina
Asimismo, remarcó que, “Brasil es un gran productor que hace muchos años que el Estado, independientemente del gobierno, siempre ha tenido una política permanente para el desarrollo de la agroindustria”. Y añadió que, “Argentina, el sector porcino, es un sector que sobresale porque viene creciendo a una tasa del 5% hace muchos años, hace 10, 15 años que por lo menos crece al 15%, lo cual en Argentina no es del todo normal”.
Uno de los principales reclamos de la Federación Porcina Argentina se relaciona con las diferencias en las condiciones de producción entre ambos países. “El uso de, en la producción de Brasil y los cortes que vienen a Argentina, del orden del 50% de los que vienen para Argentina, son producidos con un anabólico, la ractopamina, que es sanitariamente adecuado, no tiene problemas. Brasil lo utiliza, Estados Unidos lo utiliza, mayoritariamente los mercados del mundo no lo utilizan o no lo permiten”, explicó Franke.
Cómo se maneja el mercado en Argentina
A su vez, señaló que, “en Argentina preferimos los cortes naturales, preferimos, digamos, una producción más natural, pero bueno, tenemos esa competencia, entre comillas, desleal”.
Sobre el control de esos productos, el entrevistado afirmó: “La carne no está prohibida, pero su uso está prohibido. Entonces, en esta ambigüedad no hay análisis para verificar si la carne tiene o no contenido de esta sustancia”.
Además, mencionó que, “Brasil es un mercado grande y que de golpe tiene excedentes y los coloca muy fácilmente acá. Son cortes congelados. Por ejemplo, China no acepta cortes con ractopamina”.