Más allá de la proximidad para que finalmente se cierre el acuerdo entre el Gobierno y el Fondo Monetario Internacional, aún quedan ciertas diferencias por resolver en cuanto a las exigencias del organismo, como por ejemplo la devaluación, lo cual busca ser evitado a toda costa por Luis Caputo. En ese sentido, este medio se contactó con el economista, Pedro Gaite.
Para Gaite, hay una contradicción fundamental entre los intereses del Gobierno y los del FMI. "El Gobierno busca evitar una devaluación antes de las elecciones porque sabe el impacto inflacionario y la contracción económica que generaría", explicó. Sin embargo, el FMI suele exigir un tipo de cambio más competitivo para garantizar que los dólares no se vendan a un precio artificialmente bajo. Actualmente, el tipo de cambio real está un 40% por debajo del nivel que tenía en agosto de 2023, cuando el FMI impuso una devaluación del 22% para destrabar desembolsos.
El Gobierno intentó sostener la estabilidad cambiaria mediante endeudamiento privado, pero en febrero este financiamiento cayó drásticamente. "Hoy el Gobierno mira el Excel y se da cuenta de que las cuentas no cierran, por eso necesita del FMI", afirmó Gaite. Sin embargo, duda de que el organismo otorgue los fondos sin exigir una corrección cambiaria, lo que podría postergar el acuerdo hasta después de las elecciones.
La proximidad de una inminente devaluación
El ministro de Economía, Luis Caputo, insistió en que "la solución no es devaluar, sino bajar los precios". El entrevistado consideró que esta estrategia es difícil de sostener: "Si realmente se pudiera bajar los precios sin devaluar, sería una solución ideal, pero la historia argentina demuestra que cuando el tipo de cambio se aprecia demasiado, se termina en una devaluación abrupta". La combinación de un tipo de cambio barato y la necesidad de dólares genera un círculo vicioso de apreciación y posterior devaluación, que ya se vio en múltiples ocasiones.
Para el Gobierno, la gran esperanza es la liquidación de la cosecha de soja y la generación de dólares a través de Vaca Muerta. "Hay unos USD 6.000 millones en soja que aún no se han liquidado y el Ejecutivo apuesta a que ese dinero entre en las próximas semanas", explicó Gaite. Sin embargo, advirtió que el déficit de cuenta corriente sigue siendo preocupante: "En enero hubo un déficit de USD 1.600 millones a pesar de que las exportaciones fueron adelantadas en 2.000 millones, lo que plantea dudas sobre qué pasará cuando ese efecto desaparezca".
Crisis en las reservas debido al turismo
El turismo también está afectando las reservas. "El gasto con tarjetas en el exterior está en niveles récord y el déficit de turismo se ha disparado debido a la apreciación del tipo de cambio real", agregó el economista. Esto llevó al Gobierno a "manotear" todas las fuentes de dólares disponibles, incluyendo crédito privado, adelanto de exportaciones y ahora el FMI.
En cuanto a las inversiones extranjeras, el Gobierno apuesta a que sectores como la minería y el energético traigan dólares al país. "Argentina espera un salto exportador con Vaca Muerta, la minería y los servicios basados en conocimiento, pero esa lluvia de inversiones aún no se materializa", afirmó Gaite. Mientras tanto, el país sigue consumiendo reservas y aumentando su deuda con el FMI en una estrategia que, según el economista, es "altamente riesgosa".