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Home office: aseguran que, “se gasta el doble o triple solo por ir a la oficina"

Lo dijo la especialista en Relaciones de Trabajo, Ayelén Kalenok, a partir de un estudio que analiza los gastos asociados al traslado hacia un lugar de trabajo en comparación con los del trabajo remoto.

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Los gastos del trabajo remoto y presencial | Freepick

El debate sobre los pros y contras económicos del trabajo presencial frente al remoto se intensifica a medida que crecen los costos asociados al traslado y los gastos laborales. Mientras que trabajar desde casa elimina varios de estos costos, la modalidad presencial sigue imponiendo gastos adicionales como transporte, alimentación y vestimenta.

Para hablar sobre este tema, Canal E se comunicó con la especialista en Relaciones De Trabajo, Ayelén Kalenok quien contó que un estudio realizado en otro país arrojó como dato que, “los costos asociados al trabajo remoto frente al presencial resultan relevantes”. 

Cuáles son los gastos a tener en cuenta en los diferentes tipos de trabajo

Según la entrevistada, en el caso del trabajo remoto, uno de los gastos más importantes tiene que ver con los servicios que necesitamos para poder trabajar desde casa, como el acceso a Internet, calefacción, aire acondicionado y otros recursos energéticos. Además, “trabajar desde casa no implica simplemente hacerlo desde cualquier lugar, sino que requiere disponer de un espacio adecuado con buena iluminación y una infraestructura mínima que permita desarrollar el trabajo de manera eficiente”, agregó.

En ese sentido, Kalenok sostuvo que también hay gastos relacionados con el equipamiento necesario, como muebles y tecnología, que a menudo “deben ser cubiertos por la persona, a diferencia de un entorno de oficina donde estos recursos ya están disponibles”. Y remarcó que los trabajadores presenciales “enfrentan otros tipos de gastos que no son tan evidentes en el trabajo remoto”. 

Con respecto a ellos, la entrevistada mencionó que uno de los más significativos es el costo del transporte, porque “aunque se use un automóvil propio o transporte público, el gasto en combustible, mantenimiento, seguro o pasajes es una carga económica adicional que se debe tener en cuenta”. Y siguió: “A estos gastos se suman otros que están asociados al hecho de trabajar fuera de casa, como los relacionados con la comida y la indumentaria”. 

Qué sucede con los gastos en comida e indumentaria

Para la especialista, aunque algunas personas opten por llevar su vianda desde casa, “el gasto en alimentos fuera de casa suele ser mayor, ya que muchas veces se recurre a comer en restaurantes o cafeterías cercanas a la oficina”. Y siguió: “Además, el trabajo presencial implica un gasto adicional en vestimenta y otros elementos relacionados con la imagen personal, lo cual no es necesario en el trabajo remoto”.

Para finalizar, Kalenok dijo: “Cuando evaluamos una propuesta laboral, es importante no solo considerar el salario bruto o neto, sino también los costos asociados a la modalidad de trabajo y el tiempo invertido en desplazamientos, preparación y otros aspectos logísticos”.