En diálogo con Canal E, Sergio Delapiere, productor yerbatero, analizó la reciente decisión del Gobierno de avanzar en la eliminación de facultades clave del INYM.
La pérdida de facultades y un quiebre en el sector
Delapiere recordó que la facultad del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) para fijar precios mínimos “ya había sido eliminada en diciembre de 2023”. Explicó que lo ocurrido recientemente fue que el Gobierno pidió derogar todas las resoluciones que implicaran intervención en la cadena comercial. Según destacó, “lo que vienen a hacer ahora es completar el desarme de todas las facultades que tenía el instituto”.
Delapiere afirmó que la mayoría de los productores chicos y medianos “lamentan la pérdida de un efecto de sostén del precio”, pese a que exista una minoría que considera que el INYM “no sirvió a la actividad”. Recalcó que se trata de una decisión que golpea a un organismo que “no tenía ningún costo para el Estado”, financiado por la estampilla pagada por el consumidor.
En relación al proceso, el productor recordó que la verdadera sorpresa fue en diciembre de 2023: “cuando se iniciaba el gobierno de Javier Milei, ese fue el golpe mayúsculo”, ya que se eliminaron en un solo movimiento las facultades de regular plantaciones y fijar precios. Desde entonces, sostuvo que las posteriores conversaciones en Buenos Aires solo ratificaron que “no había posibilidad de recuperar ninguna facultad”.
Sin precios de referencia y con caída histórica del valor
Consultado sobre las funciones que le quedan al INYM, explicó que apenas persisten algunas tareas administrativas y normativas mínimas, aunque muchas ya estaban en proceso de simplificación. Aclaró que, incluso cuando el INYM fijaba precios mínimos, el mercado a veces no los cumplía, pero aun así funcionaba como un “precio soporte” necesario para la actividad.
Delapiere fue categórico al describir el impacto de la desregulación: “Estamos en la mitad del valor que debería tener el producto. O sea, estamos trabajando a pérdida”. Indicó que sin un precio de referencia, la yerba cayó a niveles impensados hace apenas dos años.
Frente a la posibilidad de un diálogo con el Gobierno, fue tajante: “Creo que no hay ninguna chance de que ningún funcionario nos reciba con alguna expectativa favorable”. Señaló que algunos funcionarios incluso celebraron la baja del precio en góndola como un logro, algo que él considera un diagnóstico erróneo. Recordó que todos los costos de producción aumentaron y que, mientras se desregula al productor, otras áreas de la economía permanecen reguladas.
Sostuvo que esta política “deja expuesto a 15.000 productores” a un escenario de inviabilidad: “Liberan al más débil”, sintetizó.