El Impuesto País dejará de existir y surge la pregunta de qué ocurrirá con el futuro del dólar tarjeta. Este cambio podría generar un abaratamiento de ciertos costos, dado que se eliminará esta carga adicional sobre las compras en dólares.
Para hablar sobre este tema, Canal E se comunicó con el economista Leonardo Alberto quien confirmó que a partir de fin de año, “se implementará un nuevo esquema en el que solo se mantendrá vigente la percepción del 30%”.
Cuáles son los cambios que traerá esta medida
Según el entrevistado, este cambio no requiere una acción específica por parte de los consumidores, más allá de la adaptación a la nueva situación y mencionó que la percepción a diferencia de un impuesto, no constituye un ingreso definitivo para el Estado. “En muchos casos, la percepción puede ser recuperada en el futuro, ya sea a través de un ajuste en la declaración de impuestos o mediante la devolución solicitada a los empleadores en el caso de los trabajadores en relación de dependencia”, agregó.
En continuidad con el tema, Alberto explicó que la principal diferencia entre impuesto y percepción radica en que el primero representa un ingreso definitivo para el Estado, mientras que la percepción puede ser recuperada bajo ciertas condiciones. “Cuando un consumidor realiza una compra con tarjeta de crédito, el monto de la percepción se destina inmediatamente a las arcas del Estado”, siguió.
Qué beneficios podría otorgar la eliminación del impuesto
Al ser consultado sobre los beneficios de la eliminación del Impuesto País, el economista sostuvo que la percepción del 30% “beneficiará directamente a los consumidores, al reducir la carga tributaria al momento de la compra”. Sin embargo, “el impacto sobre los precios internos no se espera que sea significativo a corto plazo”, continuó.
Además, Alberto mencionó que es posible que algunas caídas de precios en productos internos estén más vinculadas a una disminución en la demanda que a los efectos de la eliminación de la percepción. Y remarcó que, en principio, “cualquier cambio en los precios internos dependerá más de factores como la oferta y la demanda, así como de las políticas relacionadas con las importaciones, que de las modificaciones en el esquema de retenciones”.
Para finalizar, el economista agregó: “El beneficio de la eliminación de la percepción podría ser más evidente en la reducción del costo de las compras internacionales y en la mejora del poder adquisitivo de los consumidores”.
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