En un contexto económico complejo, el economista Pablo Ferrari habló con Canal E y analizó el impacto de la devaluación y la política cambiaria en los mercados y la pobreza en Argentina.
Según el entrevistado, “el acuerdo con el FMI estaba dentro del presupuesto, pero lo que ha añadido ruido fue la declaración de Mauricio Macri sobre la necesidad de un nuevo tipo de cambio". A pesar de no usar explícitamente la palabra "devaluación", tanto Macri como Domingo Cavallo han insinuado la necesidad de un cambio en la política cambiaria.
El "castigo" del gobierno y la necesidad de ajustes
Ferrari destacó que el verdadero "castigo" lo está recibiendo el propio gobierno. "El presidente y el ministro de economía son los más afectados por la situación actual", afirmó.
Para el economista, hay un consenso tácito sobre la necesidad de una devaluación, aunque se evite mencionar este término. "Lo que está claro es que el FMI está alineado con las políticas de mi ley, siempre y cuando haya un ajuste cambiario", añadió.
El futuro del tipo de cambio: devaluación y elecciones
En cuanto a la evolución del tipo de cambio, Ferrari sugiere que la devaluación se llevará a cabo en dos etapas: "El tipo de cambio podría incrementarse entre un 10% inicialmente, amortiguándose hacia las elecciones, y luego ver cómo se ajusta después de ellas", explicó el economista.
Ferrari también aclaró que la primera devaluación del gobierno de Milei, con un 118%, casi "se comió" los efectos de la inflación, pero que el desafío ahora es manejar las expectativas de los factores de poder y la inflación, sin que esto afecte el proceso electoral.
El debate sobre la pobreza y el cálculo de la desigualdad
El economista también abordó el tema de la pobreza en Argentina. A pesar de que el gobierno afirma haber reducido la pobreza en un 10%, Ferrari plantea dudas sobre la metodología utilizada para calcular estos índices. "La pobreza medida por el INDEC está vinculada principalmente con los ingresos", indicó el economista, sugiriendo que el cálculo de la pobreza no solo depende de los aumentos salariales, sino también de factores como la devaluación y el poder adquisitivo de los argentinos.
Desafíos para el Gobierno y el FMI
Para finalizar, Ferrari agregó: “El gobierno está entre la espada y la pared: por un lado, tiene que cumplir con el FMI, pero por otro, no puede permitir que la inflación y la devaluación afecten demasiado a los votantes antes de las elecciones".
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