El mercado de exportación de carne vacuna en Argentina atraviesa un proceso de moderación en los volúmenes enviados al exterior. Según precisó Álvaro Moreira, periodista ganadero, en diálogo con Canal E, “en febrero se exportaron 60.700 toneladas, unas 5.000 más que en enero, pero un 23% menos que en el mismo mes de 2024”.
Moreira destacó que este descenso confirma una tendencia a la baja que comenzó en diciembre de 2024, mes en el que se registraron 69.000 toneladas exportadas. "Entre agosto y noviembre de ese año se habían superado las 80.000 toneladas mensuales. Esa caída de diciembre a enero (de 69.000 a 55.000 toneladas) y la leve recuperación de febrero marcan un patrón de moderación", detalló.
Menor producción y altos costos impactan en la exportación
Al analizar los motivos de este descenso, Moreira señaló que el principal factor es la escasez de novillo pesado, el tipo de animal requerido por los mercados internacionales. “La industria exportadora enfrenta un problema con el precio del novillo argentino, que es el más caro de la región”, explicó. Actualmente, el valor del kilo ronda los 4,81 dólares, mientras que en Uruguay es de 4,41 dólares, en Brasil de 3,65 y en Paraguay de 3,67 dólares.
La oferta de novillo pesado es limitada y el costo elevado encarece la producción. “Se estima que la producción total de carne caerá este año un 5 a 7%, lo que equivale a unas 200.000 toneladas menos”, precisó el especialista. Esta merma es consecuencia directa de la sequía que afectó al país entre 2021 y 2023, y que impactó en el stock ganadero.
Competitividad y precios internacionales en alza
Por otra parte, Moreira recordó que el tipo de cambio atrasado le resta competitividad a la carne argentina. Si bien el gobierno redujo las retenciones del 9% al 6,75%, el sector continúa reclamando su eliminación total. “El estudio del sector indica que no impactaría negativamente en el fisco y mejoraría la competitividad, sobre todo por el alto valor del novillo”, afirmó.
Paradójicamente, el escenario internacional ofrece precios atractivos: “China paga alrededor de 5.000 dólares la tonelada, Israel ha subido sus precios hasta los 8.500 y 9.000 dólares, y Estados Unidos también mejoró sus valores”, destacó Moreira.
Sin embargo, Argentina no logra capitalizar completamente este contexto favorable. “Los altos costos de producción y la falta de apertura a nuevos mercados limitan el aprovechamiento de estos precios”, advirtió.
El desafío de diversificar mercados
En este sentido, el periodista señaló la necesidad de diversificar los destinos de exportación y no depender tanto de China. Actualmente, ese país representa el 43% de las exportaciones, mientras que Estados Unidos e Israel han incrementado su participación. "Tanto Uruguay como Paraguay están recibiendo auditorías de países del sudeste asiático para abrir nuevos mercados, algo que Argentina debería impulsar", afirmó.
Asimismo, Moreira hizo referencia al último informe del USDA (Departamento de Agricultura de Estados Unidos), que proyecta una reducción del 10% en el saldo exportable argentino para 2025, lo que equivale a unas 847.000 toneladas. “Esto representa unas 90.000 toneladas menos respecto al año pasado”, concluyó.
Expectativas para el cierre del 2025
De cara al cierre del año, el sector prevé una caída en el volumen total exportado, que podría oscilar entre las 100.000 y 150.000 toneladas. No obstante, el crecimiento en los precios internacionales podría amortiguar el impacto económico de esa merma.
“La industria frigorífica es otro tema clave para entender el futuro de la exportación argentina, pero lo dejaremos para el próximo encuentro”, anticipó Moreira.