La construcción sigue siendo la única variable dentro de la economía argentina que no encuentra un repunte, con la obra pública paralizada, hay contratos sin resolver y se está generando un gasto sobre proyectos que no están avanzando. Con el fin de ampliar este panorama, Canal E se contactó con Gerardo Fernández, presidente de la Confederación de Pymes Constructoras de Argentina.
“Hay datos de la macroeconomía que empiezan a dar algún signo de mejora, no es el caso de la industria de la construcción que todavía es el más caído”, comentó Gerardo Fernández. “Estamos todavía en un 25% por debajo de la histórica del año pasado”, agregó.
Posteriormente, Fernández planteó: “Es verdad que el blanqueo ha movido en lugares muy puntuales, generalmente grandes capitales en donde habían algunos desarrollos inmobiliarios en pozo, que han tenido una mejora”. Luego, manifestó que, “la construcción se compone del ciudadano de a pie que mejora su casa o quiere comprar la casa, eso hoy en día está ralentizado porque no tiene claro en cuánto le va a quedar el disponible”.
El crédito hipotecario todavía no está surgiendo efecto en la construcción
“El crédito todavía está muy menguado, el último dato oficial fueron 225 créditos en el mes de octubre en todo lo que es AMBA y provincia de Buenos Aires”, sostuvo el entrevistado, que después completó: “Si se toma que el déficit habitacional es entre 3 y 4 millones de hogares, estamos hablando de un 0,0004%, evidentemente el crédito hipotecario todavía no está funcionando”.
La obra pública sigue sin arrancar
Por otro lado, el presidente de la Confederación de Pymes Constructoras de Argentina señaló: “La obra pública está paralizada, con el agravante de que los contratos, en la gran mayoría, no están resueltos y eso sigue generando gastos de mantenimiento en obras que no están avanzando”.
“Estamos especulando que para la construcción el año está terminado, todo se piensa para marzo en adelante y esperamos ver un número más acorde en abril o mayo del año que viene”, expresó Fernández. “El dólar barato no solo no ayudó sino que todo aquel que compró un dólar en $1.500, piensa que tiene que llegar a $1.500 para poderlo vender”, finalizó.