El economista, Eduardo Coria Lahoz, conversó con Canal E y analizó el escenario inflacionario actual tras la liberación parcial del cepo cambiario y el nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Aseguró que, aunque se están tomando medidas correctas, la estructura económica argentina necesita reformas profundas para salir del círculo vicioso de inflación y regulaciones.
Aceleración en la economía debido al arrastre de precios
Al referirse al 3,7% de inflación registrado en marzo, Eduardo Coria Lahoz explicó: “La economía viene un tanto acelerada por el arrastre de precios. Abril va a mostrar un índice relativamente alto, del orden del 3 o 3,5%”. Además, enumeró los factores que impulsaron la suba, tales como el comportamiento estacional por gastos en educación, el fuerte incremento en el precio de la carne y la expectativa de una devaluación.
“La carne venía muy atrasada y se ajustó de golpe”, resaltó, señalando que representa alrededor del 40% de la canasta alimentaria. También advirtió que la incertidumbre previa al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional llevó a que “muchos productos importados empezaran a subir anticipadamente”.
El pass-through y el impacto del nuevo tipo de cambio
Lahoz explicó cómo la devaluación del tipo de cambio oficial afecta los precios internos: “Pasamos de 1.070 a $1.190 por dólar. Ese 10% de diferencia va a impactar en los bienes importados”. Y agregó: “En Argentina, el pass-through históricamente es del 40%. Si hubo una devaluación del 10%, eso se traduce en al menos 4 puntos de inflación en los próximos meses”.
Sobre la misma línea, anticipó que, “abril, mayo y quizá junio tendrán una inflación de entre 3,5 y 4%”, para luego “empezar a bajar hacia el 2% mensual”. Sin embargo, comentó: “No creemos que la inflación mensual baje mucho más del 1,5%”.
Proyecciones para 2025 y 2026
Según el economista, “si se siguen profundizando regulaciones positivas, podríamos cerrar 2025 con una inflación del 28%”. Para 2026, proyectó “una inflación del 12 al 14% anual”, aunque remarcó que, “todavía hay muchísimas regulaciones que encarecen producir en Argentina”.
También señaló como clave reducir impuestos distorsivos y eliminar regulaciones laborales, de transporte y logísticas: “Producir en Argentina sigue siendo más caro que hacerlo en Uruguay, Chile o Brasil”.