Los derivados financieros, productos que dependen de la cotización de activos como acciones o commodities, no han logrado una gran penetración en el mercado argentino. A pesar de su utilidad para la gestión de riesgos, la falta de educación financiera y la asociación con altos riesgos limitan su adopción.
Los derivados y su cotización
Para hablar sobre este tema, Canal E se comunicó con el economista, Sergio Rodríguez Glowinski, quien contó que los derivados “son instrumentos financieros que no tienen un valor intrínseco por sí mismos, sino que su cotización depende del precio de un activo subyacente”.
Según el entrevistado, este activo puede ser de cualquier tipo, como productos agrícolas, commodities, acciones o bonos, y su valor está directamente relacionado con la variación del precio de dicho activo. Y agregó: “los derivados se utilizan como instrumentos para especular o cubrirse frente a los cambios en los precios de estos activos subyacentes”.
En ese sentido, “los derivados más comunes y relevantes son los contratos de futuros y las opciones, que están basados en estos activos subyacentes”, explicó Rodriguez Glowinski y sostuvo que las opciones, en particular, derivan de los futuros, “lo que significa que son productos que se vinculan a los contratos de futuros para ofrecer a los inversores un derecho, pero no una obligación, de comprar o vender un activo en una fecha futura a un precio determinado”.
Qué sucede en la Argentina con los derivados
En el caso de Argentina, “el mercado de derivados no es habitual, y esto se debe a la falta de conocimiento sobre estos instrumentos y la asociación errónea de los derivados con altos niveles de riesgo”, explicó el entrevistado. Sin embargo, “los derivados nacieron precisamente para ayudar a mitigar riesgos y desde sus inicios, fueron diseñados como herramientas para que productores e inversores pudieran protegerse de la volatilidad de los precios”.
Para el economista, “lo que muchos no comprenden es que los derivados pueden ser utilizados de diversas formas, no solo para especulación, sino también para coberturas de precios, arbitrajes o para gestionar el riesgo en diversas posiciones”. Y destacó que pueden ser muy versátiles, aprovechados tanto por inversores conservadores como por los más arriesgados.
Al finalizar, Rodríguez Glowinski dijo: “ofrecen soluciones efectivas para todos los participantes del mercado y pesar de su complejidad, los derivados pueden aportar estabilidad y oportunidades a quienes saben cómo utilizarlos adecuadamente”.