El sistema impositivo argentino está ahogando a las pequeñas y medianas empresas (PyMEs), que enfrentan una creciente presión fiscal en medio de una caída del consumo y la falta de recursos por parte de las provincias.
Para hablar sobre este tema, Canal E se comunicó con Eduardo Fernández, vicepresidente de la PyME Nacional, quien expresó que este fenómeno surge a partir de la crisis económica que afecta a las provincias y municipios.
El entrevistado explicó que debido a la falta de presupuesto nacional aprobado, las provincias han recurrido a "tasas ilegales" o "impuestos no reconocidos", generando una presión aún mayor sobre las PyMEs. “El sistema impositivo recae principalmente en las pequeñas localidades, donde las empresas locales deben enfrentar impuestos más altos mientras que las importaciones siguen libres de gravámenes”, afirmó.
La caída del consumo y el modelo económico
Fernández también se refirió al impacto de la inflación y los altos costos de los servicios sobre las PyMEs. En un contexto de consumo en caída, el aumento de impuestos afecta más profundamente a los sectores de ingresos fijos, como trabajadores y jubilados.
“El consumo ha caído significativamente, y los impuestos regresivos, como los al consumo, agravan la situación de las pequeñas empresas que dependen del mercado interno”, comentó.
Y remarcó que las autoridades provinciales y municipales, ante la falta de recursos por parte del gobierno nacional, se ven obligadas a recurrir a esta carga impositiva para poder cubrir servicios esenciales, lo que afecta directamente a la actividad económica de las PyMEs.
¿Solución a la vista?
Ante esta situación, Fernández consideró que la única solución es cambiar el modelo económico. La estructura impositiva actual, que se enfoca en altos impuestos a la producción local y deja a las importaciones sin cargas fiscales, está perjudicando el desarrollo de las PyMEs.
"Los pequeños empresarios somos los más afectados por la falta de inversión en servicios y por los impuestos que incrementan el costo de operar", explicó. En varias provincias como Córdoba, Mendoza y Buenos Aires, el debate sobre la reestructuración de los impuestos es constante.
Para Fernández, la solución pasa por un modelo que impulse el consumo y proteja la industria local, pero esto solo será posible si se prioriza el poder adquisitivo de los consumidores.
¿Prórrogas o rebeldía fiscal?
Al ser consultado sobre posibles soluciones temporales, como la prórroga en el pago de impuestos, Fernández advirtió que esto no resolvería el problema a largo plazo. A pesar de los intentos de aliviar la presión fiscal mediante plazos extendidos, las PyMEs necesitan más que un alivio temporal: requieren una solución estructural que impulse la actividad económica.
"Si solo estiramos los plazos de pago, estamos alimentando un círculo vicioso. Las PyMEs necesitan ver un cambio en el modelo económico, y no solo una prórroga", indicó Fernández. Además, recordó que, en el pasado, las PyMEs han planteado en otros momentos "una rebelión fiscal" debido a la imposibilidad de afrontar los pagos.
Defensa de la industria local
El vicepresidente de la PyME Nacional concluyó su intervención con un llamado a la acción para proteger la industria local. Señaló que la única manera de dinamizar la economía es garantizar que las PyMEs puedan competir en igualdad de condiciones con los productos importados y que, para ello, se deben mejorar las condiciones fiscales. "El financiamiento del consumo tiene un límite, pero la verdadera solución está en defender la actividad industrial local", concluyó.