El acoso hacia lo opositores que se encuentran alojados en la embajada argentina ubicada en Venezuela se está incrementando, recientemente hubo un corte en el suministro eléctrico y no les estarían entregando agua potable. Ante este panorama, este medio se puso en contacto con el analista internacional, Santiago Farrell.
“Algunos de los 6 dirigentes que están ahí, en particular uno de los dirigentes opositores que se llama Pedro Urruchurtu, utilizó las redes para decir cómo se está intensificando el acoso que sufren los opositores que están en Venezuela resguardados en la embajada argentina”, comentó Santiago Farrell. “En los últimos días se han quedado sin energía eléctrica, Urruchurtu denuncia que se robaron los fusibles y el gobierno venezolano dice que no se ha pagado la cuenta”, agregó.
Acusaciones descabelladas
Posteriormente, Farrell planteó: “En esa embajada hay 6 dirigentes vinculados a los partidos opositores, son todos colaboradores de Vente Venezuela, el partido de María Corina Machado”. Luego, manifestó que, “estos dirigentes opositores son acusados de terrorismo, de intento de golpe de estado y algunos de magnicidio, es decir, unas acusaciones descabelladas”.
“Toda la estructura política de asesores y de política que acompañó a Vente Venezuela, no solo en Caracas sino en el resto del país, ha sido desmantelada, o están presos o han debido salir al exilio”, sostuvo el entrevistado. “Las Naciones Unidas tiene una misión independiente de observación de la situación en Venezuela muy respetada, que ha calificado a la Fiscalía General como un brazo represivo del gobierno chavista”, complementó.
Quienes decían ser aliados de Venezuela han negado la presidencia de Maduro
Por otro lado, el analista internacional señaló: “La alternativa es un salvoconducto, lo que se debería hacer con un régimen normal, pero el gobierno venezolano lo viene negando desde que se produjo este episodio”. A su vez, remarcó que, “el hecho de que ahora la tensión haya llegado a Brasil complica todo, porque las relaciones con Brasil también estaban en un punto muy malo, los tradicionales aliados como Brasil y Colombia han dejado en claro que no reconocen al gobierno de Maduro”.
“La estrategia de la oposición al ir a elecciones sabiendo que no había muchas chances de que fueran limpias, tomó recaudos para demostrar que las había ganado, era empujar al gobierno a dejar en claro que si quería seguir iba a ser como una dictadura”, concluyó.