Las medidas del gobierno y el aumento de las tarifas de servicios básicos están golpeando duramente al sector textil, que enfrenta caídas significativas en la demanda. A pesar de contar con maquinaria de última tecnología, las empresas luchan por competir debido a los altos costos operativos y los impuestos elevados.
Cómo se desarrolló la actividad industrial en el año
Para hablar sobre este tema, Canal E se comunicó con el empresario Raúl Hutin quien expresó que desde marzo, abril y mayo, la industria textil comenzó a experimentar una caída significativa en su demanda. “A partir de octubre y noviembre, empezamos a observar un cambio en la tendencia, entrando en una fase de estabilización que podríamos describir como la horizontalidad de la "L"”, agregó.
Según el entrevistado, se dejó de experimentar caídas pronunciadas y “nos situamos en una meseta más baja, lo que refleja la complicada realidad que enfrentamos en el sector”. Y remarcó que esta situación no es aislada, sino que responde a un fenómeno más amplio en la economía y en el mercado textil.
En continuidad con el tema, Hutin mencionó que el descenso en la demanda ha sido drástico, con caídas que oscilan entre un 30% y un 50% y a este panorama se suma el aumento de los gastos fijos, “lo que ha generado una situación extremadamente difícil para la mayoría de las empresas”. Y añadió: “Algunos sectores ya han alcanzado una etapa de pérdida, mientras que otros están luchando por encontrar un nuevo punto de equilibrio”.
Cuál es el desafío del rubro y las estrategias para afrontar la crisis
En ese sentido, el entrevistado sostuvo que el desafío principal radica en cómo abordar esta nueva realidad, especialmente en términos de ventas, ya que en el actual contexto, “son escasas y no se espera que mejoren en el corto plazo”. Y continuó: “El mercado interno depende en gran medida de que los trabajadores tengan poder adquisitivo, algo que en este momento no ocurre”.
Ante esta crisis, “la estrategia principal es reducir los gastos a toda costa”, dijo el empresario textil y aseguró que las empresas están implementando medidas drásticas, como reducir el consumo de energía eléctrica, optimizar el uso de combustible y recortar las horas extras. “Incluso se están realizando despidos para poder disminuir los costos operativos”, siguió.
Qué sucede con la competividad y los impuestos
Para Hutin, a pesar de los esfuerzos por mejorar la eficiencia, la competitividad sigue siendo el principal obstáculo. “La productividad de las empresas textiles nacionales es completamente competitiva a nivel mundial, ya que contamos con maquinaria de última tecnología, igual que cualquier otro país”, mencionó y aseguró que, en los últimos tres años, la industria textil ha invertido 1.400 millones de dólares en nuevos equipos.
Para finalizar, el entrevistado agregó: “El problema real radica en las condiciones impuestas por el Estado, como los impuestos elevados y las tarifas de servicios básicos como electricidad, agua, gas y telefonía, que nos colocan en una posición desfavorable frente a los competidores internacionales”.