Con el comienzo de la siembra de soja, los productores enfrentan un panorama mixto marcado por la sequía. A pesar de las preocupaciones, las recientes lluvias generaron expectativas positivas sobre la calidad de los cultivos y la superficie sembrada.
Cómo comenzó la siembra de soja
Para hablar sobre este tema, Canal E se comunicó con la ingeniera agrónoma Florencia Poeta, quien contó que la siembra de soja ha comenzado de manera incipiente, aprovechando los últimos milímetros de lluvia que, en octubre, promediaron 146 mm en la región, “superando las medias estadísticas del mes”.
Según la entrevistada, este incremento en las precipitaciones ha proporcionado un impulso significativo a la campaña de cultivos gruesos. “Aunque el avance en la siembra de soja ha sido lento, se espera que pueda avanzar un 5% en el corto plazo”, comentó.
Por otra parte, la ingeniera sostuvo que los productores “están a la espera de un nuevo pronóstico de lluvias que podría afectar el progreso de la siembra” y a pesar de este contratiempo, “los cultivos de maíz implantados hasta ahora están en buen estado, y se están aplicando tecnologías en fertilización y tratamientos de semillas”.
Cuál es la preocupación de los productores
En continuidad con el tema, Poeta mencionó que hay una preocupación significativa relacionada con la calidad de las semillas de soja, lo que ha llevado a los productores a implementar tecnologías adicionales para garantizar mejores resultados. “Las expectativas generales son positivas, ya que las reservas hídricas en la mayoría de la región muestran un panorama alentador para el cultivo de soja”, agregó.
Además, los productores y asesores “están optimistas sobre la posibilidad de incrementar la superficie sembrada en un 20% en comparación con la campaña pasada, con una meta de alcanzar 5,5 millones de hectáreas”. Y remarcó que, aunque hasta el momento solo se han sembrado unas 300.000 hectáreas, este inicio se considera muy prometedor.
Cómo se prevé la situación del maíz y las lluvias
En cuanto al maíz, Poeta comentó que los productores están revisando la posibilidad de sembrar más maíz en forma tardía, “algo que parecía imposible tras el ataque de la chicharrita el año anterior”.
Con respecto a las lluvias, la entrevistada contó que, “han mejorado las condiciones hídricas en la región núcleo, aunque algunas áreas aún enfrentan escasez”. Y siguió: “Se espera que noviembre traiga más precipitaciones”.
Para finalizar, la entrevistada dijo: “El fenómeno de La Niña sigue presente, aunque se ha pronosticado que su impacto será leve y corto, y que los efectos más significativos se sentirán en diciembre y enero, coincidiendo con el período de mayor demanda atmosférica para los cultivos, lo que podría influir en las temperaturas y la radiación durante esas semanas críticas”.
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