La rentabilidad del sector agrícola argentino sigue en caída debido a la combinación de precios internacionales bajos, altos derechos de exportación y un tipo de cambio desfavorable. Expertos advierten que, para mejorar la competitividad del campo, se requiere una reducción de la presión impositiva y no necesariamente una devaluación.
Para hablar sobre este tema, Canal E se comunicó con Carlos Etchepare, director periodístico de Canal Rural, quien expresó que en la actualidad, “la rentabilidad de los cultivos, prácticamente no existe”.
Por qué se pierde rentabilidad de los cultivos
Según el entrevistado, en todos los casos, “se está perdiendo dinero” debido, a la fuerte caída de los precios internacionales, especialmente de la soja, que es el principal cultivo de Argentina. “En el último año, el precio de la soja en el mercado internacional ha disminuido en aproximadamente 200 dólares por tonelada, lo cual impacta directamente en el mercado local”, agregó.
A esta situación, “se le suma el efecto de los derechos de exportación, que representan un 33% del precio de exportación, y también el tema cambiario, un factor que dependerá de cómo evolucione en el futuro”, mencionó Etchepare. Y remarcó que, aunque se ha reducido el diferencial cambiario, el tipo de cambio sigue perdiendo competitividad constantemente, especialmente frente a nuestros principales competidores, como Brasil.
Cuáles son las necesidades del sector
Con respecto a la necesidad del campo, el director periodístico de Canal Rural expresó que, “lo que realmente necesita corrección es la idea de que el sector agrícola necesita una devaluación”. Y siguió: “No necesariamente una devaluación mejora el tipo de cambio para el campo y se puede fortalecer la competitividad del sector sin recurrir a una devaluación, pero sí eliminando la presión impositiva que representan los derechos de exportación”.
En ese sentido, el entrevistado explicó que, si el campo tuviera hoy un 0% de derechos de exportación y un tipo de cambio acorde al de cualquier exportador, el dólar al que se pagaría al sector estaría alrededor de 1.100 pesos, y “no es eso lo que está recibiendo en la actualidad”.
Además, “está el tema del superávit fiscal, que el gobierno busca mantener a toda costa”, dijo Etchepare y remarcó que existe la posibilidad de que otros sectores que hoy gozan de privilegios impositivos puedan asumir, en parte, el costo de lo que se dejaría de percibir por la eliminación de los derechos de exportación.
Para finalizar, agregó: “Muchos sectores continúan recibiendo beneficios fiscales, mientras que el campo sigue siendo el que asume el peso de toda esta situación”.