En un giro drástico, las lluvias intensas de febrero en la región central de Argentina han marcado un antes y un después en la situación hídrica, trayendo alivio a los cultivos tras un largo período de sequía.
Para hablar sobre este tema, Canal E se comunicó con la ingeniera agrónoma Florencia Poeta, quien habló sobre el impacto de las lluvias que, en los últimos 15 días de febrero, trajeron "agua para guardar" después de un inicio de mes más seco de lo esperado.
“El 95% de la región tuvo casi el doble de acumulados de los normales para el mes de febrero”, comentó, destacando cómo la situación hídrica mejoró significativamente. En especial, la región núcleo, que había estado padeciendo una severa sequía, se benefició enormemente de estos cambios.
Un fenómeno que no fue homogéneo
El fenómeno climático no fue uniforme, como explicó la entrevistada: “Algunos sectores enfrentaron complicaciones por excesos hídricos, mientras que las zonas urbanas de la región también experimentaron inundaciones”
En este contexto, los cultivos de soja, especialmente los de segunda, se vieron beneficiados, ya que se encontraban en una fase crítica después de haber sido severamente dañados por la sequía anterior. “La soja de segunda, que había sido muy maltratada, ahora se encuentra en un estado mucho más favorable”, añadió.
El fin de la sequía y el regreso de la humedad en el suelo
La ingeniera agrónoma destacó que, tras un mes de condiciones extremadamente secas, la situación actual es completamente diferente.
“Hace un mes, el 100% de la región estaba con escasez hídrica, y ahora estamos hablando de condiciones de exceso hídrico, especialmente en el sureste de la región núcleo". Esto ha sido crucial para recargar los perfiles del suelo, que se encontraban muy desnutridos.
Sin embargo, a pesar de las mejoras, Poeta aclaró que no todas las lluvias fueron igualmente beneficiosas para los cultivos: “Lo deseable siempre es que las lluvias estén mejor distribuidas a lo largo del ciclo, no concentradas en un corto periodo".
El maíz, entre el riesgo y la cosecha anticipada
En cuanto al maíz, la ingeniera mencionó que la cosecha temprana ha sido clave para algunos productores, aunque con ciertas dificultades. “Algunos se apresuraron a cosechar el maíz con un poco más de humedad de la permitida para la venta comercial, ya que temían que las lluvias continuaran”, explicó. Sin embargo, con las condiciones meteorológicas cambiando, un 10% del maíz ya fue cosechado, pero el resto permanece en pie, expuesto a posibles inconvenientes si las lluvias se intensifican.
Pronósticos y lo que viene para la cosecha
Aunque las condiciones actuales no son ideales para la cosecha, Poeta aseguró que con algunos días de sol, los agricultores podrán continuar con sus labores. “Lo óptimo es que cuando el cultivo esté listo para la cosecha, las condiciones sean las más estables posibles”, finalizó.