En función de entender a qué se debe la caída en el consumo de carne vacuna registrado en el mes de enero y cómo Argentina sigue siendo el país donde más se consume carne roja en el mundo, este medio conversó con el consultor ganadero, Raúl Milano.
"Enero fue un mes con una faena menor, lo que redujo la oferta de carne", explicó Raúl Milano. La caída en la faena se tradujo en una disminución del consumo per cápita, que lucha por mantenerse en los 50 kilos anuales. Factores como el turismo y una menor oferta de hacienda influyeron en esta tendencia.
Argentina sigue siendo el país que más carne vacuna consume en el mundo
Pese a esta baja, Argentina sigue liderando el consumo de carne roja a nivel mundial. "Mientras que en Uruguay se consume entre 40 y 42 kilos per cápita al año, en Brasil entre 35 y 36, y en Estados Unidos alrededor de 38, Argentina se mantiene cerca de los 50 kilos", detalló Milano.
Cambios en la estructura del sector ganadero
El entrevistado destacó que la cantidad de cabezas de ganado en Argentina ha disminuido significativamente en las últimas décadas. "En 1970 teníamos 60 millones de cabezas para 24 millones de habitantes; hoy contamos con 51-53 millones de cabezas para 47 millones de personas", explicó. Este cambio se debe, en parte, al corrimiento de tierras ganaderas hacia la producción agrícola, con más de 10 millones de hectáreas convertidas a la siembra.
Milano también hizo hincapié en el impacto de las políticas públicas en el sector: "La carne siempre tuvo un precio político y una fuerte incidencia en el índice de precios al consumidor. Esto llevó a restricciones como vedas, cierre de exportaciones y regulaciones que afectaron a la industria". Sin embargo, confía en que estas medidas hayan quedado en el pasado.
Argentina se transformó en uno de los principales exportadores a nivel global pero debe diversificar su mercado
En cuanto a la exportación de carne, Argentina ha logrado consolidarse como uno de los principales proveedores a nivel global. "Actualmente superamos las 900.000 toneladas anuales, un gran avance comparado con los 180.000 toneladas de la era Kirchner", subrayó el consultor ganadero. Sin embargo, advirtió sobre la alta dependencia del mercado chino: "Más del 70% de nuestras exportaciones van a China, en su mayoría vacas de calidad media-baja. Uruguay y Brasil han diversificado sus mercados y Argentina debería hacer lo mismo".
La clave del crecimiento, según Milano, está en mejorar la producción de novillos pesados para exportación. "En los últimos 20 años, la producción de novillo cayó a la mitad, de casi 5 millones a poco más de 2 millones. Para competir globalmente, necesitamos más animales de 450-500 kilos", sostuvo.