El consumo masivo registró una caída del 10,6% en enero, según los últimos informes del sector. Para analizar esta situación, Canal E dialogó con José Simonella, economista, quien brindó detalles sobre el impacto en los diferentes rubros y los desafíos que enfrenta la economía argentina.
Diferencias en el impacto según el tipo de comercio
Simonella explicó que es importante distinguir entre distintos tipos de comercios: "Los supermercados tienen un mejor poder de negociación con sus proveedores, pueden generar ofertas y acceder a acuerdos con bancos para descuentos y financiamiento". En contraste, los comercios de cercanía han sido los más perjudicados por la caída del consumo.
En cuanto a los sectores dentro de los supermercados, tres lograron evitar caídas significativas: "El más relevante es el de alimentos, que creció un 0,1%. Luego siguen los productos de limpieza y los perecederos", detalló el economista.
Salarios y poder adquisitivo
Un factor clave en la retracción del consumo es la caída del poder adquisitivo. "A partir de abril de 2024, los acuerdos salariales comenzaron a superar la inflación mensual, al menos en el sector privado. Sin embargo, la caída acumulada durante 2023 y gran parte de 2024 dificulta una recuperación rápida", señaló Simonella.
Según el especialista, en diciembre de 2024 se produjo una leve mejora en los ingresos respecto al año anterior, aunque sólo para el sector privado formal. "El sector público sigue por debajo y los salarios aún están lejos de recuperar el poder adquisitivo perdido", agregó.
Factores que afectan la reactivación
Simonella destacó que la recuperación económica avanza de manera heterogénea: "Los sectores vinculados al agro, la minería y la energía han mostrado una recuperación más rápida. Sin embargo, la industria, el comercio y la construcción, que son grandes generadores de empleo, aún no han alcanzado los niveles previos".
En este contexto, el gobierno ha priorizado la desaceleración inflacionaria. "La sociedad percibe que la inflación baja y tolera el ajuste, pero se está aplicando una estrategia de apertura de importaciones para presionar a la baja los precios, lo que genera riesgos adicionales para las PYMES", advirtió.
Los desafíos de las PYMES ante la competencia importada
Las PYMES enfrentan varios obstáculos estructurales que dificultan su competitividad frente a los productos importados:
- Presión tributaria alta en comparación con otros países.
- Leyes laborales desactualizadas, que no fomentan el empleo joven.
- Costos logísticos elevados, con una fuerte dependencia del transporte por camión.
- Falta de financiamiento accesible a largo plazo, ya que las tasas de interés, aunque han bajado, siguen siendo positivas en términos reales.
"No es solo cuestión de abrir la importación. Si esto se hace de manera indiscriminada, muchas PYMES pueden quedar fuera del mercado, afectando la principal fuente de empleo en el país", advirtió Simonella.