En diálogo con Canal E, el economista Iván Cachanosky desglosó los datos económicos de fin de 2024 y discutió los desafíos económicos que el gobierno argentino enfrentará en 2025, como la inflación y el consumo.
“El cierre de 2024 trajo consigo un repunte económico inesperado”, comentó. A pesar de una caída generalizada del 1,8% en la actividad económica durante el año, un resultado mejor que el pronóstico inicial de un retroceso del 3%, algunos sectores lograron una leve recuperación.
"Hubo una caída, pero la segunda mitad del año fue mejor de lo esperado", señaló Cachanosky. Sin embargo, advirtió que no todos los sectores se beneficiaron por igual. "Hay sectores que siguen atravesando dificultades, como la construcción y la industria, mientras que el agro, la pesca y la minería han mostrado un mejor desempeño", explicó.
El economista destacó que la recuperación no debe celebrarse de manera generalizada, ya que se ha visto impulsada principalmente por el sector agrícola. "Mucho del crecimiento en este sector fue impulsado por la necesidad de pagar deudas y abastecerse, no por un crecimiento genuino", aclaró. Cachanosky indicó que la recuperación está lejos de ser homogénea, lo que representa un desafío para las políticas públicas.
Desafíos del gobierno para 2025
El panorama para 2025 se presenta con retos aún más complejos. Uno de los principales problemas que deberá abordar el gobierno es la reactivación del consumo, que sigue siendo un tema crítico.
Cachanosky explicó que, a pesar de que los salarios han superado a la inflación, el aumento de las tarifas de servicios públicos ha absorbido una gran parte de los ingresos, limitando el poder adquisitivo de los ciudadanos. "Aunque el salario le gana a la inflación, la gente no puede destinar ese salario al consumo debido al aumento de las tarifas", detalló el economista.
El experto también destacó la importancia de reducir la inflación en 2025. Si bien el gobierno ha logrado avances en este frente, la tarea de mantener esta tendencia se vuelve más difícil a medida que los niveles de inflación disminuyen. "Una vez que la inflación se acerca a niveles más normales, reducirla se vuelve más desafiante", comentó. Sin embargo, Cachanosky cree que la estabilidad macroeconómica lograda el año pasado puede permitir una mejoría en los salarios y la creación de empleo.
El impacto de los acuerdos salariales y la inflación
La negociación salarial será clave para el futuro económico del país. Según Cachanosky, es crucial que los acuerdos paritarios se cierren por debajo de la inflación para evitar una espiral inflacionaria. "Si los acuerdos salariales se realizan por encima de la inflación, no se logrará una recuperación efectiva", advirtió. En este contexto, el gobierno está priorizando dos objetivos: "mantener el equilibrio fiscal y seguir reduciendo la inflación", aseguró el economista.
La disminución de la inflación y el esfuerzo por mantener la estabilidad fiscal son los pilares de la política económica del gobierno, que Cachanosky ve con buenos ojos, aunque reconoce los desafíos que implica este enfoque. A medida que la inflación baja, los salarios ganarán mayor poder adquisitivo, lo que contribuirá a la recuperación del consumo.
La apertura de importaciones: oportunidades y desafíos
Uno de los temas clave que abordó Cachanosky fue la apertura de importaciones. Si bien el economista ve de manera positiva el intercambio comercial con otros países, subrayó que la apertura debe ir acompañada de medidas fiscales para aliviar la carga impositiva de las empresas locales. "Es necesario reducir los impuestos para que las empresas puedan competir con los productos importados", expresó. Sin un apoyo fiscal adecuado, advirtió, las industrias nacionales podrían verse afectadas por la competencia externa.
La construcción: un sector golpeado por la falta de obra pública
Por último, Cachanosky habló sobre el sector de la construcción, que ha sido uno de los más golpeados por los recortes en la obra pública. Sin embargo, el economista sugirió que podría haber una leve recuperación en este sector en 2025. "Es probable que algunos proyectos de obra pública se reanuden, aunque no de forma masiva", comentó.
Para Cachanosky, es importante que el gobierno evalúe qué proyectos son prioritarios y cuál es el impacto económico de cada uno. "La infraestructura básica, como las rutas y los puentes, no puede esperar", concluyó.
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