El Gobierno anunció esta semana una reducción temporal en las retenciones para cultivos como la soja, el maíz, el trigo, la cebada, el sorgo y el girasol, además de la eliminación de estos derechos para algunas economías regionales.
Para profundizar en las implicancias de esta medida, Canal E entrevistó a Nicolle Pisani Claro, economista jefe de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA).
Reducción de retenciones y condiciones de acceso
Pisani Claro explicó que la medida se formalizó mediante un decreto que establece una baja temporal en las alícuotas: “Por ejemplo, la soja, que tenía un derecho de exportación del 33%, ahora quedará en 26%. En el caso del maíz y el trigo, bajarán del 12% al 9,5%”. Además, detalló que para acceder a estos beneficios, los exportadores deberán liquidar el 95% de las divisas en un plazo de 15 días desde la declaración jurada de venta al exterior.
En este punto, la economista advirtió que la implementación de esta exigencia podría generar desafíos: “Este fue uno de los principales puntos que quedan pendientes de resolver, porque requiere ciertos cambios operativos que todavía no están claros”. Por esta razón, señaló que el impacto en el mercado aún no se ha reflejado de manera significativa.
Implicancias para el sector exportador
Respecto al impacto de la medida en el sector exportador, Pisani Claro destacó que la reducción del plazo de liquidación de divisas de 30 a 15 días exigirá una reestructuración: “Los exportadores deberán adaptarse a esta nueva dinámica, lo que puede generar costos financieros adicionales”. Además, señaló que las declaraciones juradas no han mostrado un incremento considerable en los últimos días, ya que el sector sigue evaluando la implementación de la medida.
Beneficios y desafíos para el agro
La baja de retenciones es una noticia positiva para los productores, dado que se trata de un impuesto considerado distorsivo. “Siempre se menciona que las retenciones desalientan la producción y la inversión. Esta reducción mejora el precio final que recibe el productor y se espera que genere un alivio en el corto plazo”, explicó Pisani Claro. Sin embargo, advirtió que los precios de los cultivos siguen deprimidos, lo que limita el impacto inmediato de la medida.
Efecto en la recaudación provincial
Uno de los puntos clave del debate es el impacto de esta baja en las finanzas provinciales. La economista aclaró que “los derechos de exportación son un impuesto nacional que no se coparticipa con las provincias, por lo que no tendría un efecto directo sobre ellas”. No obstante, destacó que una mejora en los ingresos de los productores puede generar un efecto multiplicador en las economías regionales.
Finalmente, Pisani Claro abordó el debate sobre la estructura tributaria provincial, en particular el impuesto a los Ingresos Brutos. “En la mayoría de las provincias, este tributo representa entre el 70% y el 80% de la recaudación. Revisarlo implicaría un fuerte desafío fiscal para las administraciones locales”, concluyó.