Un nuevo estudio de Ceta Capital revela que más del 80% de los trabajadores formales en Argentina priorizan la flexibilidad por encima de otros beneficios laborales.
Para hablar sobre este tema, Canal E se comunicó con Gastón Vilachán, gerente de talento, quien comentó que, “la flexibilidad laboral dejó de ser una opción para convertirse en una exigencia”.
En base a una encuesta realizada por la consultora a más de 1.100 profesionales formales en Argentina, se identificó que la mayoría prefiere esquemas híbridos de trabajo que combinan presencia física con home office.
“El esquema híbrido es lo más valorado hoy, junto con la posibilidad de manejarlo de forma autónoma”, explica Vilachán. Según el relevamiento, aproximadamente un 80% de los encuestados considera la flexibilidad como el factor más importante al evaluar una propuesta laboral.
Confianza y compromiso: las claves del éxito
Consultado sobre cómo se logra esa flexibilidad sin sacrificar productividad, Vilachán es claro: “La confianza se construye desde el proceso de selección. Cuando uno contrata talento alineado con la cultura organizacional, la flexibilidad no se convierte en un problema”.
Para el especialista, el compromiso del trabajador es una consecuencia directa de un vínculo laboral saludable. “Si una persona necesita entrar más tarde o salir antes, se entiende que hay un motivo válido. A cambio, esa persona se compromete mucho más con su trabajo”, sostiene.
¿Perjudica pedir trabajo híbrido en una postulación?
Uno de los miedos más comunes en los candidatos es que al exigir un esquema híbrido puedan perder oportunidades frente a quienes aceptan un régimen 100% presencial. Vilachán aclara que esto no debería ser una preocupación: “No hay una competencia directa entre candidatos por la modalidad de trabajo. Es la empresa la que define si puede ofrecer o no flexibilidad”.
Y agrega: “Las compañías que ya incorporaron el trabajo híbrido suelen ser abiertas a ambas preferencias. Si alguien quiere ir todos los días a la oficina, también es bienvenido”.
La legislación va detrás de la realidad
Aunque la flexibilidad es una demanda creciente, la normativa todavía no se adapta completamente a este nuevo paradigma. “La legislación sobre teletrabajo no está actualizada del todo. Como sociedad vamos un paso adelante y las leyes acompañan desde atrás”, reconoce Vilachán.
Algunas empresas ya están cubriendo ciertos costos relacionados con el trabajo remoto. “Muchas organizaciones reconocen los gastos de conectividad como parte del paquete de beneficios”, detalla.
Una nueva modalidad que llegó para quedarse
Para Vilachán, el verdadero punto de inflexión fue la cuarentena durante la pandemia. “Antes se ofrecía el trabajo híbrido como un beneficio. Hoy es una modalidad establecida”, afirma.
Este cambio estructural impacta en el tipo de talento que las empresas pueden atraer. “Las compañías que adoptan esquemas híbridos acceden a profesionales más capacitados y más cotizados en el mercado”, concluyó.