La competitividad de Argentina depende de una interacción compleja entre sectores público y privado, con desafíos clave en variables como la macroeconomía, la carga impositiva y la logística. Aunque se han logrado avances en el financiamiento y la maquinaria agrícola, la disparidad en la carga tributaria con respecto a países competidores como Brasil y México sigue siendo una barrera significativa.
Para hablar sobre este tema, Canal E se comunicó con Gustavo Germán Piccioni, presidente de AFAMAC, la Asociación de Fabricantes de Maquinaria y Agrocomponentes de Córdoba, y además, forma parte de CAFMA, la Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola, quien expresó que, “es fundamental entender que la competitividad es un proceso colectivo que resulta de la interacción entre el sector público, el privado y, en muchas ocasiones, el ámbito académico”.
Cómo llegan los productores argentinos a los mercados globales
Según el entrevistado, se dio a conocer un informe que aborda cinco variables claves que afectan directamente a la competitividad: la macroeconomía, el financiamiento, la logística, la carga laboral y la carga impositiva. “Cada una de estas áreas incide en cómo los productos argentinos llegan a los mercados globales y aunque en los últimos años se han dado pasos importantes en algunos de estos aspectos, aún persisten desafíos”, continuó.
En ese sentido, Piccioni mencionó que particularmente, el costo logístico, la carga laboral y la carga impositiva siguen siendo puntos pendientes de mejora. Y añadió: “En cuanto a la carga impositiva, se destaca que las empresas argentinas enfrentan una competencia directa con países como México y Brasil y a pesar de los esfuerzos por mejorar, la carga tributaria que soportan las empresas argentinas es casi el doble que la que enfrentan sus competidores”.
Otro aspecto relevante que señala el informe es que, “un tercio de la carga tributaria está compuesta por impuestos distorsivos”, es decir que, “son impuestos que se multiplican a lo largo de la cadena de valor y no pueden ser recuperados”, explicó el entrevistado. Y remarcó que entre estos impuestos se encuentran los ingresos brutos, el impuesto a los débitos y créditos, y diversas tasas municipales.
Qué sucede con el financiamiento y el costo logístico
En ese sentido, Piccioni sostuvo que estos impuestos no solo afectan la rentabilidad de las empresas, sino que también distorsionan la eficiencia de la cadena productiva. Y siguió: “El informe también ofrece una buena noticia: la oferta de financiamiento ha mejorado notablemente desde mediados de este año”.
Continuando con ese tema, el entrevistado sostuvo que esta situación “ha permitido un crecimiento en el sector, especialmente en lo que respecta a la adquisición de maquinaria agrícola”. Y añadió: “Esta mejora en el financiamiento es una de las herramientas más efectivas para impulsar la competitividad y permite anticipar un futuro más prometedor para el sector”.
Para cerrar, el entrevistado agregó: “El costo logístico sigue siendo una barrera significativa, especialmente en lo que respecta a la infraestructura y los costos de transporte desde los puertos, lo que afecta a las exportaciones, especialmente cuando se trata de maquinaria pesada o en grandes volúmenes”.