La guerra entre Rusia y Ucrania sigue siendo un tema central en la geopolítica internacional. Mientras los conflictos continúan, Estados Unidos y Rusia han iniciado negociaciones en Arabia Saudita para intentar poner fin al enfrentamiento. Sin embargo, según el analista internacional Alberto Ruskolekier, Ucrania no está participando activamente en las conversaciones, lo que la convierte en un "convidado de piedra" en su propio conflicto.
Negociaciones sin Ucrania en la mesa
En Riyadh, el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, y el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, se han reunido con sus respectivos equipos para discutir posibles resoluciones. A pesar de los comunicados oficiales que sugieren que Ucrania tendrá un rol en las negociaciones, la realidad es que las decisiones clave están siendo tomadas sin su presencia efectiva. "Si no estás en la mesa de negociaciones, formas parte del menú", afirmó Ruskolekier en entrevista exclusiva con Canal E.
Uno de los puntos clave en las conversaciones es la redefinición de las fronteras de Ucrania. Según el analista, Kiev podría verse obligado a aceptar la pérdida definitiva de Crimea y de los territorios ocupados en el este del país, lo que representa aproximadamente el 20% de su territorio. Además, se evalúa la posibilidad de que Ucrania renuncie de manera permanente a su intención de ingresar en la OTAN.
El papel de las tierras raras y el comercio global
Más allá de la cuestión territorial, un factor fundamental en la negociación es el acceso a los recursos naturales estratégicos de Ucrania. "Estados Unidos tiene un fuerte interés en las tierras raras de Ucrania, fundamentales para la tecnología avanzada", explicó Ruskolekier. El país posee importantes reservas de litio, galio y otros minerales críticos, los cuales también son importados desde China. La explotación de estos recursos podría representar un acuerdo económico de hasta 500 mil millones de dólares.
Por otro lado, las restricciones económicas impuestas a Rusia están siendo objeto de revisión. Ruskolekier planteó una pregunta clave: "Si Estados Unidos levanta sus sanciones contra Rusia, ¿qué sentido tendría que Europa continúe con ellas?" Alemania, por ejemplo, sufrió importantes consecuencias tras la suspensión del gasoducto Nord Stream 2, lo que afectó su suministro energético.
Trump y el reordenamiento global
El analista también destacó el rol de Donald Trump en el escenario internacional. Según Ruskolekier, el expresidente estadounidense busca restablecer relaciones con Rusia y alinear su política exterior con gobiernos de derecha en Europa, como los de Giorgia Meloni en Italia y Viktor Orbán en Hungría. Además, mencionó la posibilidad de que China adquiera industrias estratégicas en Argentina, lo que evidenciaría un nuevo reacomodamiento de las relaciones comerciales y políticas globales.
Finalmente, el experto subrayó las preocupaciones del presidente ucraniano, Volodímir Zelensky, sobre la confiabilidad de la OTAN. "Zelensky ha insinuado la necesidad de una fuerza militar europea independiente, ya que duda de que Estados Unidos acuda en ayuda de Europa en caso de conflicto", concluyó Ruskolekier.