Finalmente, el acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea empieza a tomar forma después de estar varios años en debate, sin embargo, desde la gestión del Gobierno argentino encabezada por Javier Milei hay cierto repudio ante las políticas que ha tomado el bloque formado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. En relación a este tema, este medio dialogó con el analista internacional, Santiago Farrell.
“El acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea fue negociado desde hace más de 25 años, no es un acuerdo impulsado por este Gobierno y no representa, en líneas generales, la política exterior que lleva adelante este Gobierno, donde privilegia las relaciones bilaterales”, comentó Santiago Farrell. “Lo que ha dado a entender el Presidente Milei ha sido en línea con lo del futuro presidente Trump, de privilegiar siempre los contactos bilaterales y no este tipo de alianzas”, agregó.
Milei y su repudio a las políticas del Mercosur
Posteriormente, Farrell planteó: “Cuando Milei asumió en el Mercosur, su discurso hacia el interior del Mercosur fue casi de repudio a lo que han sido las políticas hasta ahora del Mercosur”. Luego, manifestó que, “el Mercosur tiene la famosa cláusula del 4 + 1, que sostiene que cada acuerdo comercial que realiza el bloque debe ser aprobado por los 4 miembros y no individualmente”.
“El Mercosur es un bloque que tiene una impronta proteccionista muy fuerte, sobre todo basada en la industria brasileña, que tiene aranceles y trabas muy altas”, sostuvo el entrevistado, que después completó: “A esto se le suman los roces políticos entre el Presidente Milei y Lula, cuando asumió el Presidente Milei la presidencia del Mercosur, Lula no estaba”.
Por otro lado, el analista internacional señaló: “La carta a jugar sería el tercero en discordia, estamos hablando de China, es decir, tanto el interés renovado de la Unión Europea como un supuesto interés de Estados Unidos, la presencia cada vez más sólida de China en la región”.
Uruguay parece mostrarse más en línea con los intereses brasileños
“La relación de Argentina y Brasil ha sobrevivido a desentendimientos muy profundos, pero hay una necesidad real en la economía que no se puede romper así fácilmente más allá de los ruidos que haya”, expresó Farrell. “Con respecto a Uruguay, se ve a un país mucho más armónico con los intereses brasileños”, finalizó.