La renuncia que presentó este lunes el juez Manuel García-Mansilla a la Corte Suprema de Justicia entraña derivaciones políticas aún inciertas. Durante su breve desempeño en el máximo tribunal, el magistrado saliente firmó sentencias que en el futuro podrían ser declaradas nulas, minando el principio fundamental del derecho que garantiza la certeza y previsibilidad de las leyes.
La periodista Felicitas Bonavitta, integrante de la mesa del programa "Soy casta", emitido por la pantalla de Bravo TV, dijo que García Mansilla “dejó la lapicera sin tinta de tantos fallos que firmó”, y luego preguntó: “¿Qué pasa con esos fallos?”.
"¿Qué seguridad jurídica puede haber si un juez firmó más de 200 sentencias que pueden ser tachadas de nulidad?", disparó la abogada laboralista Natalia Salvo en comunicación telefónica con el programa, y completó: "Los pedidos de nulidad que puedan presentar las querellas —en temas penales—, o las fiscalías constituyen un gran riesgo".
Consultada por la periodista Gimena Fuertes respecto de las derivaciones que los cambios en la Corte pueden conllevar, considerando que el tribunal deberá resolver la suerte de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner —sobre quien pesa una condena a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para desempeñar cargos públicos, en la causa Vialidad—, la abogada dijo: "Aquí hay una cuestión política. El pasado 3 de abril, los jueces de la Corte (García-Mansilla inclusive) firmaron un fallo que aumentó la pena a un condenado, lo que abre la puerta a una construcción doctrinaria para la causa Vialidad". El punto mencionado por la abogada cifra gran relevancia, considerando que la fiscalía pidió que la Corte eleve a 12 años la pena impuesta a CFK. La resolución judicial aún está abierta.
La abogada prosiguió: "Hay un oscurantismo muy grande sobre la Justicia, poder que goza de un fuerte descrédito de parte de la ciudadanía", mencionó, y agregó que a García-Mansilla “no le quedó más opción que renunciar después del rechazo del Senado. Su carácter de usurpador como integrante de la Corte se hizo muy evidente. Se trataba de una designación que iba por fuera de la legalidad”.
“Javier Milei elige legislar por decreto, algo que la Constitución solo permite en casos excepcionales”, apuntó Salvo, y contextualizó: "Lo hace como método, como forma de gobernar. Eso sí es preocupante”. La abogada luego dijo que no ve ninguna posibilidad de que en el máximo tribunal pueda ser nombrada una mujer. El cuerpo de magistrados cuenta actualmente con solo tres integrantes de los cinco que la ley indica.
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