Una noticia falsa terminó revelándose verídica luego de 48 horas. El lunes, una confusa interpretación de una entrevista televisiva en Estados Unidos deslizó la posibilidad de que Donald Trump suspendiese por 90 días su nueva batería arancelaria. La versión corrió como reguero de pólvora en X hasta que la mismísma portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, desmintió formalmente el rumor. La política de gravámenes masivos continuó su marcha. Hasta este miércoles.
48 horas después de la desmentida versión, Donald Trump la convirtió en una medida real. El republicano anunció este miércoles una “pausa técnica” de 90 días en la aplicación de "aranceles recíprocos" pero manteniendo un 10% para la mayoría de los países. Hubo una excepción a la pausa de la que la ronda de periodistas del programa "Desde el canil" se hizo eco: China. Las exportaciones del gigante asiático no solo seguirán siendo gravadas sino que incluso fueron aumentados del 104% al 125%, en una nueva escalada de la que se espera que Pekín reaccione ni bien despunte el sol en Asia el jueves.
Cecilia Degl'Innocenti, periodista especializada en política internacional, remarcó en el programa que se emite por la pantalla de Bravo TV que “China no retrocede ante la embestida arancelaria de Trump”, y añadió que “como réplica, aplicó aranceles recíprocos del 84% a productos estadounidenses, lo que podría afectar sectores clave como la tecnología, la agroindustria y la energía”. Ese monto es el que podría elevarse durante las próximas horas cuando Pekín, presumiblemente, reaccione a los aranceles del 125%.
La dimensión del conflicto no es menor: ambas potencias representan más del 35% del comercio global. Degl'Innocenti hizo referencia a un comunicado emitido desde la cancillería china donde se expresó: "Si Estados Unidos insiste en tomar este camino, China peleará hasta el final".
Mientras tanto, el presidente estadounidense minimizó los intentos de otros países de evitar la "guerra comercial", al afirmar en redes sociales que “muchos están desesperados por hacer un trato, pero no vamos a ceder”.
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La periodista Natalia Vaccarezza aportó al análisis una mirada cultural: “Los chinos piensan diferente a los occidentales. Su estrategia no es el enfrentamiento directo sino la paciencia. Conocen bien que en toda negociación hay tiempos que hay que saber gestionar”, aseguró. Según la periodista, “mientras Estados Unidos apuesta a medidas de presión inmediata, China observa, calcula y responde con precisión quirúrgica”.
La controversia arancelaria entre China y Estados Unidos no enfrenta únicamente a dos modelos económicos sino que redefine las reglas del juego a nivel global. Cuál será la respuesta de Pekín a primera hora del jueves es el próximo gran interrogante.
BR / FPT