La Organización Panamericana de la Salud (OPS) anunció este martes que América perdió oficialmente su estatus de región libre de sarampión, un logro sanitario que el continente había alcanzado en dos oportunidades, pero que ahora se ve amenazado por brotes significativos en Canadá, Estados Unidos, México y también en la Argentina.
En diálogo con QR, programa conducido por Pablo Caruso en Bravo TV, la periodista científica Nora Bär advirtió sobre la gravedad del retroceso sanitario. Ayer la OPS anunció que perdimos el estatus de continente libre de sarampión. América fue el primer continente en obtener ese estatus dos veces, pero ahora, por los brotes muy importantes —particularmente en Canadá, Estados Unidos y México— y porque en la Argentina también hubo un brote, se encendieron todas las alertas. En Canadá ya hay unos 5.000 casos registrados, señaló.
Bär remarcó que el sarampión es una enfermedad altamente contagiosa y potencialmente grave, que se creía controlada gracias a la vacunación. Es una enfermedad de las más contagiosas que existen: una persona puede contagiar a 18. El virus se transmite por el aire y puede causar neumonía, encefalitis, ceguera e incluso la muerte. Es prevenible por vacunas, pero muchos pediatras jóvenes nunca llegaron a tratar casos porque hacía años que no circulaba el virus, explicó.
El Ministerio de Salud cambió las edades de vacunación contra el sarampión
El sarampión había sido eliminado pero no erradicado del continente: esto significa que no había transmisión autóctona sostenida, aunque podía haber casos importados. Sin embargo, la disminución en las coberturas de vacunación durante los últimos años, sumada a la expansión de movimientos antivacunas en varios países, generó las condiciones para su reaparición.
Según datos de la OPS y la OMS, la cobertura regional de la vacuna triple viral (que previene sarampión, rubéola y paperas) debería superar el 95% para evitar brotes. En varios países de la región, ese nivel cayó por debajo del 85%, lo que deja grandes grupos de población vulnerables.
En la Argentina, el Ministerio de Salud confirmó recientemente la detección de casos aislados, y advirtió que “el riesgo de reintroducción y transmisión del virus del sarampión es alto”, en un contexto global de aumento de la enfermedad. Los sanitaristas están más que preocupados, agregó Bär. Estamos hablando de una enfermedad que se puede prevenir con una vacuna que está disponible y que ha demostrado ser segura y efectiva. No podemos permitirnos retroceder.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) también alertó que los casos de sarampión en el mundo aumentaron casi un 80% en el último año, con más de 300.000 notificaciones en 2024, y subraya que la vacunación sigue siendo la herramienta más eficaz para evitar muertes y complicaciones graves. El regreso del sarampión a América no sólo representa una amenaza sanitaria, sino también un llamado de atención sobre la necesidad de reconstruir la confianza en la ciencia y las vacunas, en un contexto donde la desinformación se propaga tan rápido como los virus.
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