Varias de las personas que han muerto a causa de un nuevo virus en China no presentaban síntomas de fiebre, lo que podría complicar los esfuerzos globales para controlar la presencia de viajeros infectados al llegar a aeropuertos y otros centros de viaje.
Los detalles publicados por la Comisión Nacional de Salud de China muestran que 5 de las 25 personas que murieron tras haber sido contagiadas con el nuevo coronavirus presentaban otros síntomas como dificultad para respirar, opresión en el pecho y tos. La víctima de mayor edad, un hombre de 89 años, presentaba somnolencia e incontinencia, además de fiebre. El anciano solicitó ayuda médica el 5 de enero y murió el 18 de enero. Tenía condiciones preexistentes, como hipertensión.
La ausencia de fiebre en algunos casos indica que es posible que la revisión de temperatura, que es la medida más común que se utiliza en los enlaces de transporte y aeropuertos para controlar a los viajeros, no logre identificar a algunas personas contagiadas.
Al menos nueve víctimas tenían afecciones preexistentes como diabetes, enfermedad de las arterias coronarias y enfermedad de Parkinson, señaló la Comisión Nacional de Salud. Ocho de ellas tenían 80 años o más, dos tenían más de 70 años, cinco eran mayores de 60 y una de ellas tenía sobre 50 años. La más joven era una mujer de 48 años con una afección preexistente. Cuatro de las víctimas eran mujeres y el resto, hombres.
China prohibió los viajes desde Wuhan, el epicentro del virus, básicamente para poner bajo control la capital de la provincia china de Hubei, con una población de 11 millones de personas. El virus ya se ha propagado a otras partes del país y a otros lugares, como Estados Unidos y Hong Kong, rememorando la pandemia del SARS en 2003, que dejó casi 800 fallecidos.
El jueves, Hong Kong suspendió la venta de boletos para el tren de alta velocidad a Wuhan, a una distancia de casi 1.000 kilómetros, según Radio Television Hong Kong, mientras que el gobierno de Macao canceló las festividades del Año Nuevo Lunar. Las celebraciones comenzaron el viernes 24, lo que aumenta la presión sobre las autoridades chinas que intentan contener el virus cuando cientos de millones de personas viajan a sus lugares de origen en la mayor migración de personas en el planeta.
