Cuando se convirtió en el presidente más joven elegido en la historia de Ecuador, Daniel Noboa prometió atacar con urgencia la doble crisis fiscal y de delincuencia del país. Sin embargo, su mayor victoria puede haber sido en Wall Street.
Apenas 14 meses después de ganar —y ya enfrentado a una reelección— Noboa ha logrado un cambio radical para la nación sudamericana en los mercados de deuda. Al impulsar una reforma fiscal, logró que sus bonos soberanos salieran por primera vez desde 2022 de la zona “distressed”, aumentó la demanda por una transacción “deuda-por-naturaleza” y ha provisto a los inversionistas un atractivo retorno del 100%.
Puede que estos no sean los temas prioritarios para los ecuatorianos —la delincuencia es la número uno, por lejos—, pero ayudan, en parte, a explicar que Noboa sea el claro favorito para las elecciones del domingo. Con solo 37 años de edad, y heredero de un imperio bananero, lleva una ventaja aplastante en las encuestas frente a su rival más cercana, Luisa González, y esa ventaja se ha ampliado a los pocos días antes de la votación.
“Desde la perspectiva de los inversionistas, terminó sorprendiendo a todos y superando las expectativas”, dijo la analista de Eurasia Group, Risa Grais-Targow.
La pregunta es si Noboa podrá ganar directamente en la primera vuelta con el 50% más uno de los votos o al menos el 40% con una ventaja de 10 puntos sobre el segundo. Si no es así, el país celebrará una segunda vuelta en abril.
Elecciones sangrientas
Los tenedores de bonos han sufrido antes debido a la política en Ecuador. En 2021, el predecesor de Noboa, Guillermo Lasso, llegó al cargo con la promesa de hacer reformas favorables al mercado. Pero ante un segundo intento de destitución, decidió disolver el Congreso y convocar elecciones anticipadas, lo que puso fin a su carrera. Ecuador se sumió en una crisis y se convirtió en uno de los países más violentos del mundo.
Noboa ganó las sangrientas elecciones de 2023 y aprovechó la crisis de seguridad para impulsar reformas. Su esfuerzo por sanear el balance del país atrajo a los inversionistas y le ayudó a conseguir un acuerdo por US$4.000 millones con el Fondo Monetario Internacional.
Tras logros en seguridad, recientemente ha tenido algunos tropiezos en el tema. El país también sufre por otros problemas, como una prolongada sequía que provocó apagones eléctricos e incendios forestales que lo llevaron a declarar estado de emergencia el año pasado. Y aún no hay una solución a largo plazo para la situación fiscal, una preocupación para varias naciones latinoamericanas y que es agravada por las altas tasas de interés.
Aun así, sus avances, incluyendo un aumento de impuestos, han sido suficientes para alimentar la demanda por los cerca de US$16.000 millones en bonos soberanos de Ecuador. El precio de las notas ha subido de unos 30 centavos por dólar en 2023 a unos 78 recientemente, según precios indicativos de Bloomberg.
Noboa también ha hecho varios anuncios en la recta final de la campaña, entre ellos pagos en efectivo de hasta US$1.410 para los ecuatorianos deportados de EE.UU., un arancel del 27% sobre los productos mexicanos, el cierre de fronteras durante las elecciones y una reforma constitucional para facilitar el encarcelamiento de sospechosos antes de los juicios.
Al margen
Aunque los bonos soberanos de Ecuador acumulan un alza del 16% este año ante las expectativas de una victoria de Noboa, los riesgos ahora se inclinan a la baja, dijo Thys Louw, gestor de fondos en la firma Ninety One en Londres, quien se declara “neutral” frente a la deuda.
La situación “no es tan atractiva”, dijo Louw. Si Noboa pierde, los bonos se desplomarían ante expectativas de una reestructuración, añadió.
Para muchos inversionistas, el recuerdo de los recientes vaivenes políticos en Ecuador es suficiente para que prefieran mantenerse al margen. Rememoran 2008, cuando el socialista Rafael Correa, mentor de la candidata Luisa González, suspendió los pagos para unos US$3.200 millones de deuda, elevando el número de defaults en la historia de Ecuador a doce.
Samy Muaddi, director de renta fija en mercados emergentes de T. Rowe Price, ha reducido desde el año pasado su exposición a Ecuador en su cartera a un leve overweight, a pesar de que Noboa tiene muchas posibilidades de ganar en la segunda vuelta.
“Hay un alto número de indecisos”, dijo. “No tomaría una posición de riesgo material con ese nivel de incertidumbre”.
Voto del Congreso
Quien gane tendrá la tarea de cubrir un déficit de financiamiento de US$1.500 millones este año y enfrentar lo que S&P Global Ratings calificó como un “exigente” calendario de amortización de bonos a partir de 2026.
Y, nuevamente, gran parte de la financiación de este año provendría de organismos multilaterales, ya que el país está excluido de los mercados internacionales, dijo Katrina Butt, economista senior de AllianceBernstein en Nueva York.
Este domingo se elegirán también los 151 escaños de Asamblea Nacional. La popularidad de Noboa debiera permitir que su partido, Acción Democrática Nacional (ADN), desafíe a la Revolución Ciudadana de Correa en la Asamblea.
El ADN, que tiene un historial de captar legisladores de otros partidos, podría asegurarse una mayoría para seguir impulsando reformas y defender a Noboa de intentos de destitución.
Pero las elecciones legislativas añaden una capa más de incertidumbre en un país que tiene un largo historial de provocar pérdidas a los tenedores de sus bonos.
“Los mayores desplomes y los mayores repuntes los hemos visto en Ecuador”, dijo Carlos de Sousa, gestor de carteras de deuda de mercados emergentes de Vontobel Asset Management. “Es extremadamente volátil”.
LM