El ministro de Economía de Brasil, Paulo Guedes, chocó contra parlamentarios por una propuesta de reforma de las pensiones durante un período crucial para el Gobierno en el que intenta lograr el apoyo del Congreso al proyecto de ley.
Un grupo organizado de diputados de la oposición ocupó la primera fila de asientos frente a Guedes en el Comité de Constitución y Justicia de la Cámara Baja el miércoles, en ocasiones interrumpiendo a voces su testimonio y provocando respuestas malhumoradas del ministro de Economía. Pocos partidarios del Gobierno se pronunciaron a favor de la propuesta de reforma de la Administración.
El real brasileño perdía lo ganado mientras Guedes se peleaba con los políticos y fue la moneda de mercados emergentes que registró la mayor caída. La bolsa de valores también cerró con una baja del 0,94 por ciento tras haber subido al inicio de la jornada.
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La tensión es una nueva señal de que la gestión del Gobierno de su proyecto de ley económico más importante ha tenido un comienzo difícil. El presidente de la Cámara, Rodrigo Maia, el parlamentario más poderoso de Brasil, ha manifestado su frustración por la falta de claridad de objetivos del presidente Jair Bolsonaro sobre el tema y abandonó su papel de líder para la reforma. Los inversores y los cargos de la Administración consideran que la reforma es esencial para controlar el aumento de la deuda, pero la impopularidad del proyecto de ley significa que requerirá una gestión política hábil para que el Congreso la apruebe.
El martes, Guedes debatió la reforma de las pensiones en reuniones con numerosos parlamentarios, muchos de los cuales no se comprometieron y sugirieron cambios a la propuesta. En su forma actual, el proyecto de ley tiene el objetivo de ahorrar más de un billón de reales durante los próximos diez años.
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Los mercados financieros han sufrido bruscas oscilaciones por las noticias relacionadas con la reforma de las pensiones. Inicialmente, registraron un alza cuando la propuesta se presentó formalmente antes de caer a finales del mes pasado por la tensión entre Maia y Bolsonaro.
Otro posible obstáculo para la reforma es la propuesta del Gobierno para una revisión de las pensiones militares, una legislación que los políticos analizarán junto con la reforma de la seguridad social para el resto de la población. Las condiciones relativamente generosas ofrecidas a las fuerzas armadas, que constituyen casi un tercio del gabinete de Bolsonaro, no sentaron bien a los inversores y a algunos aliados políticos, que temen que ello abra la puerta a concesiones a otros sectores.
ED
