La ultraderechista Agrupación Nacional indicó en el lenguaje más fuerte hasta ahora que podría derrocar al gobierno francés tan pronto como esta semana, horas después de que el ministro de Economía y Finanzas, Antoine Armand, dijera que su administración no se dejaría chantajear.
Marine Le Pen y su partido han amenazado con apoyar una moción de censura a menos que el primer ministro Michel Barnier modifique su presupuesto de 2025 para indexar las pensiones a la inflación, entre otras demandas. Le Pen dijo a Barnier que tiene que hacer los cambios antes del lunes, que es cuando se espera que los legisladores de la oposición inicien el proceso para convocar la moción de censura.
Aunque Armand declaró a Bloomberg Television en una entrevista el domingo que “el gobierno francés no acepta ultimátums“ y que “no nos dejaremos chantajear”, el presidente de la Agrupación Nacional, Jordan Bardella, aumentó el tono de sus declaraciones a primera hora del lunes.
“La Agrupación Nacional activará el voto de censura a menos, por supuesto, que se produzca un milagro de última hora”, declaró Bardella a la radio RTL. “Si Barnier cambia su texto de aquí a las 15.00 horas, pero tengo pocas esperanzas de que vea la luz, dado que llevamos varios meses siendo ignorados y despreciados”.
El índice bursátil francés CAC 40 se hundió un 1,1% el lunes, con las acciones bancarias entre las mayores caídas. El CAC acumula una baja del 5% en lo que va de año, consecuencia de la agitación política.
Los inversionistas han estado vendiendo los bonos franceses. Las tasas de sus notas alcanzaron la semana pasada niveles similares a las de Grecia y Barnier ha advertido de una “tormenta” en los mercados financieros. Las dificultades políticas y el nerviosismo de los mercados comenzaron en junio, cuando el presidente Emmanuel Macron convocó elecciones anticipadas en un intento de aportar claridad a una Asamblea Nacional en la que su partido ya estaba lejos de la mayoría absoluta.
Le Pen, quien encabeza el mayor partido de la Asamblea Nacional, ya se anotó una victoria la semana pasada después de que Barnier aceptara renunciar a subir los impuestos sobre la electricidad, una de las principales reivindicaciones de la Agrupación Nacional. Esto envalentonó al partido de extrema derecha para aumentar sus demandas. El voto de censura podría producirse tan pronto como el miércoles.
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“La agitación política francesa ciertamente no está ayudando al euro”, dijo Rodrigo Catril, estratega del National Australia Bank Ltd. en Sydney. “Un colapso del gobierno a través de un voto de no confianza añadiría otra capa de incertidumbre”.
El proyecto de presupuesto de Barnier, el cual incluye €60.000 millones (US$63.500 millones) de ajustes, es un intento de poner orden en la situación fiscal de Francia, con un déficit que se espera que alcance el 6,1% del producto este año.